viernes, 13 de abril de 2012

DXXXVI. Carver.

Estaban poniendo un viejo western. Se sentó y encendió un cigarrillo. Al cabo de unos minutos, creyó recordar que había visto la película años atrás. Los personajes se le antojaban ligeramente reconocibles, y algunas de las cosas que decían le sonaban familiares, como a menudo sucede con otras que uno va oyendo en películas que ha olvidado. Luego el protagonista, un astro del celuloido fallecido recientemente, dijo algo: le hizo una pregunta difícil a otro personae, un desconocido que acababa de llegar a la pequeña localidad del Oeste. Y súbitamente las cosas encajaron, y James supo las palabras exactas que diría el desconocido para responder a la pregunta. Supo cómo iban a desarrollarse las cosas, pero siguió viendo la película con una sesación creciente de arpensión. Nadie podía detener aquello que ya había iniciado un desarrollo inevitable.


Raymond Carver - Principiantes.

miércoles, 11 de abril de 2012

DXXXV. Kiš.

Los antiguos griegos tenían una costumbre digna de mención: a los que hubieran perecido quemados, a los que hubieran sido decorados por los cráteres de los volcanes, a los que hubiesen sido enterrados por la lava, a los que las fieras hubieren despedazado o se los hubieran engullido los tiburones, a los que se hubieran repartido los buitres en el desiertos, se les construía en si patria los llamados cenotafios, las tumbas vacías, porque él cuerpo es el fuego, el agua o la tierra, pero él alma es el alfa y él omega, a ella es a quien hay que construir el santuario.

Danilo Kiš - Una Tumba para Boris Dadidovich.

lunes, 9 de abril de 2012

DXXXIV. Saer.

En los países subdesarrollados, la crisis es endémica: un estado febril permanente que, de tanto en tanto, atraviesa una fase aguda. En Argentina, desde sus orígenes, la crisis es latente, oculta en ciertos períodos de prosperidad que, sin embargo, privaban de sus beneficios a buena parte de los habitantes.


Juan José Saer - Trabajos.

viernes, 6 de abril de 2012

DXXXIII. Conti.

Sus hombres, los hombres de este río, este hombre que ahora obeserva las aguas con sus ojos de pez moribumdo suspendidos sobre ellas como dos espejuelos suspendidos en el aire, son en todo semejantes a él. Por eso todavía sobreviven. Por eso parecen tan viejos y lejanos y solitarios. No aman el río exactamente, sino que no pueden vivir sin él. Son tan lentos y constantes como el río. Y, sobre todo, son tan indiferentes como el río. Parecen entender que ellos forman parte de un todo inexorable que marcha animado por cierta fatalidad. Y no se rebelan por nada. Cuando el río destruye sus chozas y sus embarcaciones y hasta a ellos mismos. Por eso también parecen malos.


Haroldo Conti - Sudeste.

miércoles, 4 de abril de 2012

DXXXII. Cohen.

"Yo conozco tu ánimo y tu mente -recita el barato de Morrison cuando paramos a chupar un traguergo de whisky-. El amorr sescounde en los más extranios lugares", prueba seducirme en su bello spanish. Yo aclaro: "A mí el amor me soba las bolas, imbécil".  Y Jimi canta preguntando: "¿Has alguna vez estado en el país de la dama eléctrica?". Cómo no, claro que sí. Y no es que haya estado: yo vivo en el país de la dama eléctrica. 


Marcelo Cohen - El País de la dama Eléctrica.

lunes, 2 de abril de 2012

DXXXI. Fogwill.

Cagar de día es arriesgarse a ser visto y bajado de un tiro. No falta quien por hacer puntería tire sin orden, cuando ve a alguien lejos cagando solo. Pero cagar de noche con ocho grados bajo cero es un infierno, aunque al revés.

Fogwill - Los Pichiciegos.