martes, 12 de agosto de 2008

XV. Palacio

La novela realista engaña lastimosamente, abstrae los hechos y deja el campo lleno de vacíos; les da una continuidad imposible porque lo verídico, lo que se calla, no interesaría a nadie (…) Lo único honrado sería decir: estas son fantasias más o menos doradas para que puedas tragártelas con comodidad

Pablo Palacio - Débora

No hay comentarios: