lunes, 31 de agosto de 2009

CCIII. Walser.

Nieva que nieva, la tierra se repliega
en un lamento blanco y vasto, muy vasto.
Se agita bajo el cielo el enjambre
de copos sin consuelo, la nieve, la nieve.
Te da un sosiego, una amplitud;
blanco por la nieve el mundo me conmueve.
Y así, la nostalgia, antes pequeña y ahora grande,
se apodera de mí y se vuelve lágrima.

Robert Walser - Nieve

jueves, 27 de agosto de 2009

CCII. García Lorca.

Había mil Federicos Garcías Lorcas, tendidos para siempre en el desván del tiempo; y en el almacén del porvenir, contemplé otros mil Federicos García Lorcas muy planchaditos, unos sobre otros, esperando que los llenasen de gas para volar sin dirección.

Federico García Lorca - Carta a Regino Sainz de la Maza, Granada, fecha desconocida.

martes, 25 de agosto de 2009

CCI. Vargas Llosa.

Es un error creer que soñamos y fantaseamos de la misma manera que vivimos. Por el contrario, fantaseamos y soñamos lo que no vivimos, porque no lo vivimos y quisiéramos vivirlo. Por eso lo inventamos: para vivirlo de a mentiras, gracias a los espejismos seductores de quien nos cuenta las ficciones. Esa otra vida de mentiras que nos acompaña desde que iniciamos el largo peregrinaje que es la historia humana, no nos refleja como un espejo fiel, sino como un espejo mágico, que, penetrando nuestras apariencias, mostraría nuestra vida recóndita, la de nuestros instintos, apetitos y deseos, la de nuestros temores y fobias, la de los fantasmas que nos habitan. Todo eso somos también nosotros, pero lo disimulamos y nos negamos en nuestra vida pública, gracias a lo cual es posible la convivencia y la vida social, a la que tantas cosas debemos sacrificar para que la comunidad civilizada no estalle en caos, libertinaje y violencia. Pero esa otra vida negada y reprimida que es también nuestra sale siempre a flote y de alguna manera la vivimos en las historias que nos subyugan, no sólo porque están bien contadas, sino caso sobre todo porque gracias a ellas nos reencontramos con la parte perdida —Georges Bataille la llamaba la “parte maldita” de nuestra personalidad.

Mario Vargas Llosa - El viaje a la ficción. El mundo de Juan Carlos Onetti

domingo, 23 de agosto de 2009

CC. Burguez.

Siendo brutalmente honesto
vivir, continuar viviendo
es algo subnormal.
Es algo que tiene que ser un experimento
y ante eso, tiemblo constantemente.
Como el día que abracé
a un niño de 20 días
y no parábamos de temblar los dos.

Claudio Burguez - Finlandia

viernes, 21 de agosto de 2009

CXCIX. Breton.

El ser amado sería entonces aquel en quien vendría a concentrarse un cierto número de cualidades particulares consideradas más atractivas que las otras y apreciadas por separado sucesivamente, en los seres que han sido amados con anterioridad en algún grado.

Andrá Breton - El amor loco

miércoles, 19 de agosto de 2009

CXCVIII. Galeano.

Aquella noche hacían cola los sueños, queriendo ser soñados, pero Helena no podía soñarlos a todos, no había manera. Uno de los sueños, desconocido, se recomendaba:
-Suéñeme, que le conviene. Suéñeme, que le va a gustar.
Hacían la cola unos cuantos sueños nuevos, jamás soñados, pero Helena reconocía al sueño bobo, que siempre volvía, ese pesado, y a esos otros sueños cómicos o sombríos que eran viejos conocidos de sus noches de mucho volar.

Eduardo Galeano- El libro de los abrazos

lunes, 17 de agosto de 2009

CXCVII. Guimarães Rosa.

Yo quería descifrar las cosas que son importantes y lo que estoy contando no es vida de sertanero, mismo que sea de yagunzo, sino la materia vertiente. Quería entender el miedo y el coraje y los deseos que nos empujan a hacer tantos actos y dar cuerpo al suceder.

João Guimarães Rosa - Gran Sertón: Veredas.

sábado, 15 de agosto de 2009

CXCVI. Chandler.

- Nunca me han gustado estas escenas - dije-. El detective enfrenta al asesino. El asesino saca una pistola y apunta con ella al detective. El asesino cuneta toda la triste historia, con el propósito de atarlo al llegar al final. Eso le hace perder un tiempo precioso, y al final el asesino no mata al detective, nunca consigue hacerlo. Algo sucede siempre que se lo impide. A los dioses tampoco le gustan estas escenas. Ellos se las arreglan siempre para echarlas a perder.

Raymond Chander - La dama en el lago.

jueves, 13 de agosto de 2009

CXCV. Saer.

La crepitación de la leña, el olor de la carne que se asa en la templanza benévola de los patios, del campo, de las terrazas, no desencadenan por cierto ningún efluvio metafísico predestinado a esa tierra, pero si en cambio, repitiendo en un orden casi invariante una serie de sensaciones familiares, acuerdan esa impresión de permanencia y de continuidad sin la cual ninguna vida es posible. Al anochecer, se encienden los primeros fuegos. Un olor a leña, y después de carne asada es lo que sobresale cuando empieza a oscurecer en el campo, en las orillas del río, en los pueblos y en las ciudades. Repartido en muchos hogares, no siempre equitativos, el fuego único de Heráclito arde plácido o turbulento, iluminando y entibiando ese lugar, que, ni más ni menos prestigioso que cualquier otro, es, sin embargo, único también, a causa de unos azares llamados historia, geografía y civilización; el fuego arcaico y sin fin acompañado de voces humanas que resuenan a su alrededor y que van transformándose poco a poco en susurros hasta que por último, ya bien entrada la noche, inaudibles, se desvanecen.

Juan José Saer - El río sin orillas.

martes, 11 de agosto de 2009

CXCIV. Engels.

Esta centralización de la propiedad es una ley inmanente de la propiedad privada como todas las otras, las clases medias deben desaparecer cada vez más, hasta que el mundo se divida en millonarios y pobres, en grandes terratenientes y jornaleros. Toda ley, toda división de la propiedad de la tierra, toda posible descentralización del capital no ayuda en nada; este resultado debe darse y se dará si no se le adelanta una trasformación total de las relaciones sociales, una fusión de los intereses contrapuestos, una superación de la propiedad privada.

Friedrich Engels - Esbozos para una crítica de la economía política.

domingo, 9 de agosto de 2009

CXCIII. César.

(...) que se inflama con el afán de la lucha. Los generales no deben reprimirla, sino aumentarla, y no en balde se estableció desde antiguo que la trompetería tocase por todas partes y que todos lanzaran gritos, con lo cual consideraban que los enemigos se espantaban y los nuestros se exaltaban.

César - Comentarios a la Guerra Civil.

viernes, 7 de agosto de 2009

CXCII. Onetti.

Ahora. No estoy disparatando, piense en la palabra ahora. Puede ser un segundo y todos los pedacitos de tiempo y de cosas que puede haber en un segundo. También puede ser, ahora, el estado de alma, lo que sentimos de la vida, cada uno.

Juan Carlos Onetti - Para esta noche.

miércoles, 5 de agosto de 2009

CXCI. Styron.

The fucking snails were always getting squashed beneath our field boots, making a tiny mess that reminded me of the fragility of my own corporeal being. It didn’t take long for the instruments of modern warfare to turn a human body into just such a repulsive emulsion. Would I be reduced to an escargot’s viscous glob? One of the riflemen in my platoon, a big muscular farm boy from South Dakota, had seen, strewn on the Tarawa beachhead, a string of guts twelve feet long belonging to the marine who, only seconds before the mortar blast, had been his best buddy. Nearly all the combat vets had endured such grisly traumas. During the previous year’s landing on Saipan, my new platoon sergeant, a onetime trapeze artist from the Ringling Bros. and Barnum & Bailey Circus, had survived (with only a cut lip and a lingering deafness) the explosion of a Jap knee-mortar shell that had vaporized the two other occupants of his foxhole. Would I avoid the worst, like these guys, or would I, when I finally stumbled ashore on the Japanese mainland, be immolated in one foul form or another, consumed by fire or rent apart by steel or crushed like a snail?

William Styron - "Rat Beach"

lunes, 3 de agosto de 2009

CXC. Foucault.

Confidencia sutil o interrogatorio autoritario, refinado o rústico, el sexo debe ser dicho.

Michel Foucault - Historia de la sexualidad 1. La voluntad del saber.

sábado, 1 de agosto de 2009

CLXXXIX. Pynchon.

Proverbio para paranoicos 3: Si ellos logran que hagas las preguntas equivocadas, no tienen que preocuparse por las respuestas.

Thomas Pynchon – El arco iris de la Gravedad.