miércoles, 30 de diciembre de 2009

CCLVIII. Leroux.

Me siento más abyecto, más abajo en la escala de las inteligencias que esos agentes de la seguridad, imaginados por los novelistas modernos, agentes que han adquirido sus métodos en la lectura de las novelas de Edgar Poe ó de Conan Doyle. ¡Ah, agentes literarios, que edificáis montañas de estupidez con un paso marcado en la arena, con el dibujo de una mano estampado en la pared! ¡A ti, Federico Larsan! ¡á ti, pesquisante literario, Sherlock Holmes te hará hacer tonterías! tonterías de razonamiento más enormes que las que se leen en los libros... Te harán arrestar un inocente... Con tu método á lo Conan Doyle, has convencido al juez de instrucción, al jefe de seguridad, á todo el mundo... Estás esperando una última prueba... ¡una prueba definitiva!... ¡Di una primer prueba, desgraciado! Todo lo que proporcionan los sentidos, no se puede ser una prueba... yo también me he incilinado sobre los rastros sensibles, pero para pedirles que entraran en el círculo que había trazado mi razón. ¡Ah! tantas veces el círculo fué tan estrecho, tan estrecho... Pero por estrecho que fuese era inmenso, porque sólo conteína la verdad!... ¡Sí, sí, lo juro! Los rastros visibles sólo han sido mis fámulos, nunca mis señores... Nunca han hecho de mí esa cosa monstruosa, más terrible que un hombre sin ojos: un hombre que ve al revéz! ¡Y ahí tienes por qué trinfaré de tu error y de tu cogitación animal, ¡oh Federico Larsan!

Gastón Leroux - El misterio del cuarto amarillo.

lunes, 28 de diciembre de 2009

CCLVII. Chandler.

- Ahora que estamos todos entre amigos y sin damas presentes, en realidad no nos importa tanto por qué fue allí, pero lo que sí me intriga es este asunto de Hemingway.
- Un chiste -dije-. Un viejo, viejo chiste.
- ¿Quién es esta persona Hemingway?
- Un tipo que repite lo mismo una y otra vez y otra y otra vez, hasta que uno empieza a creer que debe ser algo bueno.

Raymond Chandler - Adiós, Muñeca.

sábado, 26 de diciembre de 2009

CCLVI. García Lorca.

LEONARDO:

¡Qué vidrios se me clavan en la lengua!
Porque yo quise olvidar
y puse un muro de pierdra
entre tu casa y la mía.
Es verdad. ¿No lo recuerdas?
Y cuando te vi de lejos
me eché en los ojos arena.
Pero montada a caballo
y el caballo iba a tu puerta.
Con alfileres de plata
mi sangre se puso negra,
y el sueño me fue llenando
las carnes de mala hierba.
Que yo no tengo la culpa,
que la culpa es de la tierra
y de ese olor que te sale
de los pechos y las trenzas.

Federico García Lorca - Bodas de Sangre.

jueves, 24 de diciembre de 2009

CCLV. De Moraes.

POEMA DE NAVIDAD

Para eso fuimos hechos:
Para recordar y ser recordados
Para llorar y hacer llorar
Para enterrar a nuestros muertos;
Por eso tenemos brazos largos para los adioses
Manos para coger lo que fue dado
Dedos para cavar la tierra.

Así será nuestra vida:
Una tarde siempre olvidando
Una estrella apagándose en tinieblas
Un camino entre dos túmulos;
Por eso tenemos que velar
Hablar bajo, pisar leve, ver
A la noche dormir en silencio.

No hay mucho que decir:
Una canción sobre una cuna
Un verso, tal vez, de amor
Una oración por quien se va;
Pero que no se olvide esa hora
Y nuestros corazones por ella
Se abandonen, graves y simples.

Pues para eso fuimos hechos:
Para esperar en el milagro
Para participar en la poesía
Para ver la faz de la muerte;
De repente no esperaremos…
La noche es joven hoy; y de la muerte, sólo,
Hemos nacido, inmensamente.

Marcos Vinícius de Moraes

martes, 22 de diciembre de 2009

CCLIV. Alberti.

¡EL TONTO DE RAFAEL!

(Autorretrato)

Por las calles: ¿Quién aquel?
- ¡El tonto de Rafael!

Tonto llovido del cielo,
¡del limbo!, sin un ochavo.
Mal pollito colipavo,
sin plumas, digo, sin pelo.
¡Pío-pic!, pica al vuelo
picos le pican a él.

- ¿quién aquél?
- ¡El tonto de Rafael!

Tan campante, sin cartera,
no imperial, sí tomatero.
Grillo tomatero, pero
sin tomate en la grillera.
Canario de la fresquera,
no de alcoba o mirabel.

- ¿Quién aquél?
- ¡El tonto de Rafael!

Tontaina, tonto del higo,
rodando por las esquinas
bolas , bolindres, pamplinas
y pimientos que no digo.
Más que nunca falta un amigo
que le mendigue un clavel.

- ¿Quién aquél?
- ¡El tonto de Rafael!

Patos con gafas, en fila,
lo raptarán tontamente
en la berlina inconciente
de San Jinojito el lila.
¿Qué run-rún, qué retahila
sube el crétino eco fiel?

¡Oh, oh! ¡Pero si es aquél
el tonto de Rafael!

Rafael Alberti - El Alba del Alhelí.

domingo, 20 de diciembre de 2009

CCLIII. Eliot.

Let us go then, you and I,
When the evening is spread out against the sky
Like a patient etherised upon a table;
Let us go, through certain half-deserted streets,
The muttering retreats
Of restless nighs in one-night cheap hotels
And sawdust restaurants with oyster-shells:
Streets that follow like a tedious argument
Of insidious intent
To lead you to an overwhelming question...
Oh, do not ask, 'What is it?'
Let us go and make our visit.

T. S. Eliot

viernes, 18 de diciembre de 2009

CCLII. Filloy.

Después del impresionismo y algunas tendencias afines, el arte pictórico deja de existir. El certificad de defunción lo extiende Palbo Ruiz Picasso, cirujano experto en distrofias y escarnios de la belleza y la emoción prevalentes. Su cirugía plástica inexorable virtualizó la clausura de toda pintura figurativa.

Juan Filloy - La Purga.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

CCLI. Vargas Llosa.

- Las mujeres son formidables -dijo Carlitos-. Rumberas, comunistas, burguesas, cholas, todas tienen algo que no tenemos nosotros. ¿No sería mejor ser marica, Zavalita? Entenderse con algo que conoces, y no con esos animales extraños.

Mario Vargas Llosa - Conversación en la Catedral.

lunes, 14 de diciembre de 2009

XXIII. Grafiti.


"El Taladro" Campeón Apertura 2009

Anónimo - Grafiti (Pereyra Lucena y Carlos Pellegrini; Lomas de Zamora)

sábado, 12 de diciembre de 2009

CCL. Unamuno.

394

Pretendes desentrañar
las cosas? pues desentraña
las palabras, que el nombrar
es del existir la entraña.
Hemos construído el sueño
del mundo, la creación,
con dichos; sea tu empeño
rehacer la construcción.
Si aciertas a Dios a darle
su nombre propio, le harás
Dios de veras, y al crearle
tú mismo te crearás.
La lección te pongo en verso
por sujetar su osamenta,
que el hueso del universo
sobre compás se sustenta.

Miguel de Unamuno - Cancionero. Diario Poético.

jueves, 10 de diciembre de 2009

CCXLIX. Borges.

Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar) cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural, cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo.

Jorge Luis Borges - "El Aleph"

martes, 8 de diciembre de 2009

LXXII. Lennon.

I don't believe in magic,
I don't believe in I-ching,
I don't believe in bible,
I don't believe in tarot,
I don't believe in Hitler,
I don't believe in Jesus,
I don't believe in Kennedy,
I don't believe in Buddha,
I don't believe in mantra,
I don't believe in Gita,
I don't believe in yoga,
I don't believe in kings,
I don't believe in Elvis,
I don't believe in Zimmerman,
I don't believe in Beatles,
I just believe in me,
Yoko and me,
And that's reality.
The dream is over,
What can I say?

John Lennon - God

domingo, 6 de diciembre de 2009

CCXLVIII. Aleixandre.

VERDAD SIEMPRE

Sí sí es verdad es la única verdad
ojos entreabiertos luz nacida
pensamiento o sollozo clave o alma
este velar este aprender la dicha
este saber que el día no es espina
sino verdad oh suavidad Te quiero
Escuúchame Cuando el silencio no existía
cuando tú eras ya cuerpo y yo la muerte
entonces cuando el día

Noche bondad oh lucha noche noche
Bajo clamor o senos Bajo azúcar
entre dolor o sólo salvia
allí entre la mentirar sí esperaba
noche noche lo ardiente o el desierto

Vicente Aleixandre - Espadas como Labios.

viernes, 4 de diciembre de 2009

CCXLVII. De Moraes.

TERNURA.

Te pido perdón por amarte de repente
Aunque mi amor sea una vieja canción en tus oídos.
De las horas que pasé a la sombra de tus gestos
Bebiendo en tu boca el perfume de las sonrisas
De las noches que viví arrullado
Por la gracia indecible de tus pasos huyendo eternamente
Traigo la dulzura de los que aceptan melancólicamente.
Y puedo decirte que el gran afecto que te dejo
No tiene la exasperación de las lágrimas ni la fascinación
__de las promesas.

Tampoco las misteriosas palabras de los velos del alma.
Es un sosiego, una unción, un exceso de caricias
Y sólo pido que reposes quieta, muy quieta
Y dejes que las manos cálidas de la noche descrubran sin
__fatalidad la mirada extática de la aurora.

Vinicius de Moraes - Antología poética.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

CCXLVI. Whitman.

17

Éstos son los pensamientos de los hombres de todas
__las edades y de todos los pueblos;
no son originales,
no son míos solamente,
si no son tuyos también, no son nada o casi nada;
si no son el misterio,
y la llave al mismo tiempo, que abre todos los
__misterios, no son nada;
si no son lo inmediato y lo distante, no son nada.
Son la hierba que crece donde hay agua y tierra,
son el aire corriente que envuelve nuestro globo.

Walt Whitman - Canto a mí mismo.