(...) le diré que no merece la pena estudiar a las personas por separado. Todos se parecen unos a otros, lo mismo corporalmente que en lo espiritual; cada uno de nosotros tiene un cerebro, un bazo, un corazón, unos pulmones, y todo está igualmente distribuido; y las llamadas cualidades morales son las mismas en unos que en otros, las pequeñas variaciones no significan nada. Basta un individuo como ejemplar para juzgar a todos los demás. Los hombres son como los árboles en el bosque; ningún botánico se va a poner a estuidar cada abedul por separado.
Ivan S. Turgueniev - Padres e hijos.