No me dejes - dijo- no me exiles de ti. En lo alto, en lo puro del abandono. Llamarme a mí pequeña abandonadora. Antes de desaparecer vi sus ojos no comprendiendo. Trémulo gesto de mi cara para ir a llorar importantemente en la noche del que no se sabe quién es abandonado.
Alejandra Pizarnik - Prosa.