miércoles, 21 de julio de 2010

CCCLVII. Solzhenitsyn.

- Te equivocas, amigo -decía César cordialmente-. Visto de forma objetiva, hay que reconocer que Eisenstein es un genio. ¿O acaso no es genial su Iván el Terrible? ¡El baile de las máscaras de la Opríchnina! ¡La escena de la cateadral!
- ¡Bufonadas! -exclamó contrariado K-123, sosteniendo la cuchara en el aire-. Tanto arte, que no es ni arte siquiera. ¡Dulces y repostería en vez de pan de verdad! Y por si fuera poco, lo más infame de las tesis políticas: justificar la tiranía personal. ¡Es un escarnio a tres generaciones de pensadores rusos! -Comía sus gachas con indiferencia, así no le iban a aprovechar.
- ¿Y qué otra interpretación del tema le hubieran permitido?
- ¡Permitido, dice! ¡No me habla uste de genio! Mejor, diga usted que ese hombre es un lacayo, que aceptó un encargo degradante. ¡Un genio jamás acomoda su interpretación a los gustos de un tirano!

Alexandr Solzhenitsyn - Un día en la vida de Iván Denísovich.

1 comentario:

g. dijo...

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Sí, no leí Archipielago GULAG. -Todavía-.
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Pero tengo la sensación que acá está casi todo lo necesario para comprender, en lo que se pueda -porque no creo que se peuda-, lo que eran esos lugares.
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Este acá es en la novela.
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Entre todas las citas que tenía marcadas, elegí esta porque me parece muy buena. Más allá de discutir sobre el significado del arte político, me pareció lleno de vida que dos presos -aunque privilegiados porque César trabaja en la oficina, que está caliente todo el día- discutan sobre cine.
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El otro día hablé de Eisenstein, que sí, es un genio. El otro día hablaba con (...) sobre este cineasta. Recordando la vez que vi El Acorazado Potemkin en el Colón, con música en vivo.
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Me acuerdo que en algún momento había dejado de traducir los caracteres cirílicos, y la gente empezó a chiflar. Tipos, estaban viendo una película muda, todo bien con lo que te dicen las pantallas, pero... ¿Era necesario? Además, ¿no leían cirílico?...
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Un libro lleno de vida, dentro de la muerte. Te narra un día en la vida de Iván Denísovich Shújov. Un buen día. Pero un día donde pasa todo lo necesario para que te des una idea de lo que es. Porque te habla de lo que intenta evitar, y el oficial de la marina -un muy verde preso, que todavía tiene maneras que en el campo ya las han perdido todos los demás- al final del libro, luego de los trabajos, se despide estando preso y solo. Según lo que dicen, ahí sí hacía frío.
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Escribí algo para la Revista Guita, para la próxima. Cuando salga, si sale, también lo voy a colgar en mi otro blog. Porque por más que no me guste como quedo, y que haya que reescribirlo -tal vez-, el texto explica bien mi idea del libro.
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Recomiendo leer esta novela y luego leer Todo Fluye de Grossman. Seguidas. Y va a hacer pensar mucho más, que sólo con esta novela. Además, son bastante complementarias.
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Me gusta como quedó lo que escribí para mi otro blog, Esto No Lo Dije Yo sobre esta última novela. Aunque nunca terminé de sentir ese blog mío, me gusta el rumbo que está tomando -el rumbo a la deriva que está tomando-.
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Bueno, sólo eso. No mucho más por hoy. por hoy por hoy por hoy...