El sueño administrativo de una república sin poetas seduce a los que pretender gobernar: sin poetas no oficiales, se entiende, porque los oficiales adscriben, naturalmente, a la estructura del poder y se identifican con ella. La literatura oficial no es iluminadora sino funcional y su interpretación del mundo es excedida y englobada por la administración que la protege. Ese ejército impreciso de escribas mesurados le es vital al poder ya que éste pretende ser, no únicamente totalitario, sino también totalizante.
Juan José Saer - El Concepto de la Ficción.
2 comentarios:
Se puede decir lo mismo de los periodistas.
Celeste, no lo sé.
Pero de algo si estoy segura, sin poetas la vida no tendría sentido.
Publicar un comentario