lunes, 20 de junio de 2011

CDLXXVIII. Pynchon.

Hay que halagar al cliente. Martín Fierro no es tan sólo el héroe gaucho de un gran poema épico argentino. En el submarino se le considera un santo anarquista. Hace años que el poema de Hernández figura en el pensamiento político argentin: cada cual lo ha interpertado a su manera, citándolo a menudo con la misma vehemencia con que los políticos de la Italia del Siglo XIX mencionaban I promessi sposi. La cosa se remonta a la vieja y básica polaridad de Argentina: Buenos Aires frente a las provincias o, según lo ve Felipe, gobierno central frente a anarquismo gaucho, del cual él se ha convertido en el principal teórico. Tiene uno de esos sombreros de ala redonda del que cuelgan bolitas y le ha dado por demorarse en las escotillas esperando a Graciela:
- Buenas noches, paloma mía. ¿No tienes un beso para el Gaucho Bakunin?
- Más bien te pareces al Gaucho Marx. (...).

Thomas Pynchon - El Arco Iris de la Gravedad.

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