viernes, 6 de agosto de 2010

CCCLXVIII. Arlt.

"No me importa no tener traje, ni plata, ni nada. -Y casi con vergüenza me confesé: - Lo que yo quiero es ser admirado de los demás, elogiado de los demás. ¡Qué me importar ser un perdulario! Eso no me importa... Pero esta vida mediocre... Ser olvidado cuando muera, esto sí que es horrible. ¡Ah, si mis inventos dieran resultado! Sin embargo, algún día me moriré, y los trenes seguirán caminando, y la gente irá al teatro como siempre, y yo estaré muerto, bien muerto... muerto para toda la vida".

Roberto Arlt - El Juguete Rabioso.

1 comentario:

g. dijo...

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Siempre que me hablan de R. Artl pienso en sus estrafalarios inventos. Muchas veces inventos imposibles o que nunca logró lograr.
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¡Ah, si mis inventos dieran resultado!
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Además del mismo Roberto Artl, que intentó muchos inventos, sus personajes -por lo menos los más encantadores- tienen aristas de inventores.
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El otro día, en el taller, el tipo le había hecho una entrevista a Mirta Artl, la hija del personaje en cuestión. Y entre otras cosas hablaron de los inventos del padre. Cuestión que esa entrevista va a salir por el canal Encuentro en algún momento.
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Y Roberto Artl al final, como todos, por lo menos por ahora, murió. Y no nos quedaron sus inventos, pero quedó como una figura indeleble de la literatura argentina. Por más que muchos lo borraron durante toda su vida, la figura de ese autor no hace más que crecer y crecer.
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Personalmente no lo leí mucho. Es de esos autores que se deben, que uno se debe a uno mismo. Pero sí de su vida sé varias cuestions, porque sí he visto muchos documentales sobre la figura de ese autor.
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Boedo y Florida.
Florida y Boedo.
Y lo repetí porque el factor de los valores no alera el producto, es hermoso como el punto queda en el mismo lugar. Realmente divino.
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En Algo Habrán Hecho II -¿era el dos?- la figura de R. Artl andaba todo el tiempo dando vueltas. Algún actor la interpretaba. Yo estaba separado, como ahora, de una ex novia; pero con ella teníamos una seguridad, que estoy seguro que hasta hoy se mantiene: Pablo Cedrón es -ES; E-S- Roberto Artl. A las pruebas me remito, tal vez Artl es un poco más gordo, pero Cedrón es Igual -I-gu-al, rompiendo el hermoso diptongo-. Así que ese fue un claro error de casting, porque no se parece a San Martín, pero ES Roberto Artl.
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Y... hasta el momento que la muerte nos encuentra, hasta ese momento somos no-mortales.
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