viernes, 27 de mayo de 2011

CDLXX. Castellanos.

AJEDREZ.

Porque éramos amigos y, a ratos, nos amábamos;
quizás para añadir otro interés
a los muchos que ya nos obligaban
decidimos jugar juegos de inteligencia.

Pusimos un tablero enfrente de nostros:
equitativo en piezas, en valores,
en posiblidad de movimientos.
Aprendimos las reglas, les juramos respeto
y empezó la partida.

Henos aquí hace un siglo, sentados, meditando
encarnizadamente
cómo dar el zarpazo último que aniquile
de modo inapelable y, para siempre, al otro.

Rosario Castellanos - Meditaciones en el Umbral.

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