--- Novela, tal vez antinovela, puesto que no hay, en sí, algo que la haga novela. Puesto que, como ya sabrán porque hubo mucho hype por este libro de La Bestia Equilátera en su tiempo, está armado sobre la base de pequeñas anécdotas como la reseñada en el cuerpo principal del blog. --- Pero, más allá de esta afirmación anterior, hay algo más. Hay una cierta línea argumental, muy leve. Hay alguien, el Escritor, creo, intentando escribir algo. --- Ejemplos (del principio del libro, luego hay más): "¿Dónde viviría exactamente el Protagonista si fuera cerca de un cementerio en ruinas? (...)" y; "¿Debería el Lector a esta altura designar un nombre para el Protagonista, después de todo?" --- Hay más. De ese estilo. El que escribe, habla de el Lector, que va creando una situación, minúscula, muy chica, con un Protagonista. Pero eso ocupa poco, casi nada del libro. --- El libro está armado de pequeños retazos de historias de escritores, poetas, filósofos y demás gente conocida de la cultura. Cuenta anécdotas. --- Hay un compendio de figuras suicidas y de, presuntos (asumo) antisemitas. Además de catalogar (por decir de alguna manera) muertes y pequeños sucesos También hay listas de personas y personajes, listas listados. --- Por lo general las anécdotas no duran más de cinco renglones. Y el libro se forma por cientos, miles, de estas pequeñas glosas. --- Terminan formando, de por sí, un texto hipnótico, erudito (o quizás no, quizás chismoso) que es muy placentero de leer. A veces, uno (lector) parece encontrarle la vuelta, pero el texto se tuerce de nuevo. --- Las dos últimas glosas, quizás, sean bastante develadoras: "No lineal. Discontinuo. En forma de collage. Un assemblage.
Tacho de basura."
--- Eso. Si lo tuviera que armar con más tiempo, este texto quedaría bueno. ---
La Partida
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La novela, de título *La Partida*, era la historia de unos cinco días de
Gregorio Astley, un hombre de cuarenta años, viviendo de las regalías de su
prime...
1 comentario:
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Novela, tal vez antinovela, puesto que no hay, en sí, algo que la haga novela. Puesto que, como ya sabrán porque hubo mucho hype por este libro de La Bestia Equilátera en su tiempo, está armado sobre la base de pequeñas anécdotas como la reseñada en el cuerpo principal del blog.
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Pero, más allá de esta afirmación anterior, hay algo más. Hay una cierta línea argumental, muy leve. Hay alguien, el Escritor, creo, intentando escribir algo.
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Ejemplos (del principio del libro, luego hay más):
"¿Dónde viviría exactamente el Protagonista si fuera cerca de un cementerio en ruinas? (...)"
y;
"¿Debería el Lector a esta altura designar un nombre para el Protagonista, después de todo?"
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Hay más. De ese estilo. El que escribe, habla de el Lector, que va creando una situación, minúscula, muy chica, con un Protagonista. Pero eso ocupa poco, casi nada del libro.
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El libro está armado de pequeños retazos de historias de escritores, poetas, filósofos y demás gente conocida de la cultura. Cuenta anécdotas.
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Hay un compendio de figuras suicidas y de, presuntos (asumo) antisemitas. Además de catalogar (por decir de alguna manera) muertes y pequeños sucesos También hay listas de personas y personajes, listas listados.
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Por lo general las anécdotas no duran más de cinco renglones. Y el libro se forma por cientos, miles, de estas pequeñas glosas.
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Terminan formando, de por sí, un texto hipnótico, erudito (o quizás no, quizás chismoso) que es muy placentero de leer. A veces, uno (lector) parece encontrarle la vuelta, pero el texto se tuerce de nuevo.
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Las dos últimas glosas, quizás, sean bastante develadoras:
"No lineal. Discontinuo. En forma de collage. Un assemblage.
Tacho de basura."
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Eso. Si lo tuviera que armar con más tiempo, este texto quedaría bueno.
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