martes, 2 de febrero de 2010

CCLX. Nabokov.

Una vez que usted lo transmute en poesía, todo eso será cierto, y los personajes estarán vivos. La verdad purificada del poeta no puede causar dolor ni ofensa. El arte verdadero está por encima del falso honor.

Vladimir Nabokov - Pálido Fuego.

3 comentarios:

g. dijo...

Sobre Pálido Fuego.
La novela, totalmente desestructura en forma, donde la historia y los personajes buscan su hueco por el egoismo del narrador. Un narrador que cuenta su historia, cuenta la historia de su Rey, cuenta la historia de su amigo poeta y la historia del asesino. Pero desestima al poema. El narrador que es comentarista del poema, Pálido Fuego, un megalómano.
Una cosa genial que estoy por terminar de descubrir en sus últimas aristas por estos días y que me abre un nuevo juego: Nabokov.

Sobre la verdad purificada:
Ella camina por un campo oscuro. El calor es insoportable, y la ropa se le pega al cuerpo, la traspiración le emana por los poros y le quema la piel. No sabe a dónde ir, no ve. La noche no tiene lunas o estrellas. La noche tiene mucho lunes.
Llega caminando a un cruce de caminos, y escucha en el soplido del viento "tenés que luchar". La asusta y se queda mirando la nada, o todo lo que ve. Que le parece nada.
Él está atrás, muy lejos. Ella no se da vuelta. Mas llega a una veleta. La mira pues es extraña. Es una común pieza de metal, pero en ella no está marcado el norte. Ni siquiera el sur. Y menos este-oeste. Tiene escrito en los cuatro costados la palabra Wiliams, y la flecha que gira dice Carlos. El viento mueve la flecha con Carlos hasta que en un momento la flecha se queda quieta, indicando el movimiento. Ella lee William Carlos Williams, y se queda pensando de dónde habrá salido la ese. Pero toma ese camino.
La noche sigue oscura hasta que llega a un aeródromo. Allí hay un avión encendido y ella sabe que tiene que subir. Ella con su vestido blanco, como alma sin pecado, de volados que están si vida sobre el cuerpo del vestido. Se sube, tranquila y espera. El ruido es infernal y no la deja escuchar sus pensamientos, y por algún momento piensa que no piensa.
El avión llega a la altura deseada y la luz verde se prende. Ella sabe que tiene que saltar. Y salta. Salta como un trompo, y gira sobre su propio eje; mientras los volados cobran vida y el vestido se abomba, cobra vida y salva vidas. Ella cae lentamente girando siempre sobre su eje, mientras el avión se aleja en la penumbra del inicio del día.
El piso se acerca y ella lo mira, con una media sonrisa con sus ojos nuevos y rozagantes de visión. Hasta que el piso llega a sus pies y lo pisa, con sus pies desnudos. Primero apoya la punta de sus dedos gordos, mientras va parando su giro de trompo y con amplia gracia llega a apoyar el otro, mientras el pelo todavía le golpea la cara.
Y sigue caminando hasta que el día es día y se da cuenta que tiene que llegar, las letras se han terminado y ella es vida.

Sobre mis yos:
El único problema, es cuando mi meollo tiene ese sentimieno pre-parcial, donde se mezcla solo y se retuerce y se prende de algo que no está. Y me pierdo en nervios y bellos intentos. Intentar leer (como cuando uno lee antes del parcial sin sentido) o intentar estar sin pensar (Como cuando se piensa que eso se puede hacer). Lo bueno, es que en algún momento te entregan la hoja o tenés que enfrentar al panel de profesores, y allí el meollo se calma, y todo toma cursos normales. Pero imaginen eso, cuando no te espera ninguna hoja de parcial y no sabés cómo solucionarlo.

Martín dijo...

Hace exactamente un año estaba leyendo Lolita, novela que me fascino de principio a fin a pesar de una traducción vomitiva, una encuadernación desastrosa y un estado mental atroz. Qué grande es Nabokov, tengo que leerlo más.

Eclipse dijo...

cuando no hay hoja de parcial debería irse anulando la obsesión de leer compulsivamente sin encontrarle sentido.
la solución? no, no está en mí dar recetas mágicas, además de que no existen o no funcionan.
no puedo ayudar. eso me obsesiona y me entristece, es como mi lectura sin sentido antes del parcial pero sin hoja de parcial ( y así esto podría volverse cíclico)

me gustó el texto de la verdad purificada.
la cita... qué decir? me conmueve, siento una profunda empatía, pienso en cuántas verdades he purificado...