lunes, 23 de agosto de 2010

CCCLXXIX. Pynchon.

Encontrarla, y luego ¿qué? Únicamente que el amor que pudiera haber para Stencil se había convertido en algo dirigido totalmente hacia dentro, hacia ese adquirido sentido de lo animado. Una vez encontrado, difícilmente podía soltarlo; era algo demasiado caro. Para mantenerlo tenía que perseguir a V. Pero, si la encontraba ¿Qué otro lugar habría que volver sino al retorno de la semiinconsciencia? Trató de no pensar en ningún punto final de la búsqueda. Aproximarse y evadirse.

Thomas Pynchon - V.

3 comentarios:

g. dijo...

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El otro día le comenté algo de V. a -ahora- V.; a veces las cosas se dan en momentos extraños. Más cuando uno las deja y aparecen solas.
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Yo ya lo he dicho en algún otro lado, pero este me parece el mejor libro para empezar a leer a Thomas Pynchon. Los dos primeros son buenos libros. Vineland no me gustó nada. Y El Arco iris de la gravedad, está muy bueno, pero es como todo caos -lo cual tiene su lógica-. En Pynchon yo me pierdo, pero sé que hay algo lindo ahí.
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La cita me gusta porque a mí me gusta mucho buscar las cosas. El buscar tiene algo hermoso, como estar buscando Doctor Zhivago, o el Don Apacible, o lo que se está buscando.
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Pero el encontrar también es hermoso. Encontrar el libro, la película, el disco que se busca. Porque novias, enamoradas, esposas, y otras cosas por el estilo no se buscan -creo- pero se encuentran -espero, je-.
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Vuelvo a repetir algo que siempre digo: Todos los que tengan una cita -puede ser música, libros, o algo que sea relativo a este blog- yo estoy abierto a ponerlo.
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Música por ejemplo, yo pongo lo que tengo ganas de escuchar. Pero si tienen algo que ustedes quieran escuchar -en algún momento lejano por programa-, yo estoy dispuesto a programarlo. Pero, eso tiene que ir a mi mail, ya que sino pierde la sorpresa. Y para mí, la sorpresa de la cita diaria es muy importante. ¿no?
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Las relaciones son cajitas de cristal. Están ahí cerradas, desde que ya no te molestan con sus suspiros y sus palabras. Y las podes mirar cada tanto, dependen dónde las hayas dejado. O en la playa o en la tundra. Y cada tanto miras para dentro y encontras algún recuerdo, que no podes tocar, pero sí ver. Hay partes que están empañadas del lado de adentro, y eso es casi imposible ver. Pero hay partes que están empañadas del lado de afuera, y esas las podes ver cuando limpias el vaho. ¿Qué ver? Bueno, depende de tu cajita de cristal.
El problema es cuando dónde esté a veces la cajita de cristal se mueve sola y tal vez hasta algo de lo que está adentro cambia de forma. Y eso te puede hacer mal. Muy mal.
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Nino Bravo y The Bee Gees, son las cosas de las que sé letras y canto por mi mamá. Aspen cada tanto pasa algún Bee Gees, pero siempre las canciones más chotas -que también sé, pero sé que son chotas.
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Aspen en cierto modo es como la radio a la que siempre vuelvo. Porque todas las demás me cansan. Desde que dejé Rock & Pop -cuando me di cuenta que todos los que hablan allí, exepto Rosso, son pelotudos-, no tengo radio fija. Más que Apsen, a la que siempre vuelvo. ¿Por qué? Pasa solo música. Además tengo alguna historia con que tengo que escuchar esa radio cuando quiero llegar bien a tal lado... Es sincero eso, sí.
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Ciertas veces, digo y hago tonterías. Ciertas veces porque estoy dormido. O ciertas veces porque sé que no me refería a eso, pero se puede leer así. Y como soy medio que no suelto, me quedo pensando en esa boludez y en cómo se la habrá tomado la otra persona.
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Muchas veces pienso lo que pensaran las otras personas de mí. Por ejemplo, qué pensaran las personas que leen este blog, y a mí no me vieron o no tuvieron contacto más que esto. No sé qué mostrará esto de mí. Si será real. O sea, algunas cosas las sé, porque me las han ido diciendo.
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De Fogwill, que se murió estos días, sólo leí Los Pichiciegos. No hay citas porque lo leí tan rápido como él la escribió. Si tienen citas de este -raro- personaje, manden. Y veremos. Tal vez saque alguna yo, ya que estoy con todos los libros en el piso y en proceso de mudanza.
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Aproximarse y evadirse. Me acerco a vos, te siento y te huelo. Y me evado de vos, me alejo y te desespero...
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V. dijo...

hola, soy V. y antes que nada, qué lindo formar parte del contexto de las citas!

respecto de la cita y tu comentario, yo soy muy busca; ese afán de investigación puede ser o muy bueno o muy malo, depende, a veces no está bueno encontrar ciertas cosas que se busca, porque el que busca encuentra, siempre, y eso es así, y ahí no hay retorno (estoy como hablándome a mi misma no entenderías, en fin...)

ahora, encontrar sin buscar, eso sí que es maravilloso, digo, cuando la vida te sorprende no?

buena cita, besos, a pensar menos y vivir más ;-)

V. dijo...

me olvidaba: larga vida a aspen