viernes, 12 de noviembre de 2010

CDXXXI. Clarke.

Tarde o temprano tenía que suceder. El 30 de junio de 1908 Moscú escapó a la destrucción por tres horas y cuatro mil kilómetros, un margen sustancialmente pequeño para las normas del Universo. El 12 de febrero de 1947 otra ciudad rusa se salvó por un margen aún más estrecho, cuando el segundo gran meteorito del Siglo XX estalló a menos de cuatrocientos kilómetros de Vladivostock y provocó una explosión que rivalizaba en potencia con la bomba de uranio recientemente inventada.

Arthur C. Clarke - Cita con Rama.

3 comentarios:

g. dijo...

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Es el primer párrafo de esta novela de ciencia ficción. Y estas primeras palabras me dieron inmensas ganas de leer esa novela.
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De Clarke he leído un par de novelas. Y como entretenimiento recuerdo que me dejó una impresión muy fuerte El Martillo de Dios. Me había encantado la ciencia y la ficción de esa novela. Ahora tengo ganas de leer Cita con Rama. Tendré que esperar a que Lea la deje de leer, además Rolo me dijo que tenía que leerla. O era El Juego de Ender. Bueno, igual, esta también tengo ganas de leerla.
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Me acuerdo que en la misma época que había leído El Martillo de Dios había leído Mercaderes del Espacio, libro que también creo que era de Lea. Esas dos novelas habían generado en mí unas amplias ganas de escribir algo, un cuento u algo, de ese estilo.
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Lo que terminé escribiendo fue un pequeño ensayo para una cátedra. O sea mis ganas de ciencia ficción terminaron en un parcial domiciliario de Estructura económica Argentina.
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La cuestión es que en El Martillo de Dios la civilización progresó a muy amplias esferas y en Mercaderes del Espacio se vino para atrás. Ya que para mí la de Clarke es una utopía (Con un asteroide llamado Kali, pero utopía al fin, en más de un sentido, en más del sentido de Santo Tomás Moro) y la de Pohl y Kornbluth es una distopía.
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El libro que teníamos que resumir para la cátedra de Julio Gonzáles (Que tuvo un cargo en el tercer gobierno de Perón y conoció a Isabel y al brujo, del que no contó nada en clase) era Economía del desastre de Prelooker. En el cual tenía un muy interesante primer capítulo donde reseñaba una moneda cuyo valor caía en el tiempo. Era la moneda que proponía Gesell (Sí, el de la villa).
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No me acuerdo bien todos los conceptos pero a la larga el dinero tiene una tasa de interés. El dinero de Gesell intentaba generar mayor consumo, con todo lo bueno que eso significa, con una moneda que iba perdiendo valor a medida que pasara el tiempo. O sea, hoy te pagan y ese billete vale $10, pero mañana vale $9; entonces obvio, vos te lo querés sacar de encima. Y qué haces, compras cosas. Así se genera consumo. Era un dinero para mercado interno. Según escuché en una conferencia, se había intentado hacer en varios países de Europa, y funcionó de maravilla, pero luego la conspiración monetaria lo había sacado de circulación. Y sí, ese era el tono de las clases con J.G. medias paranoicas todas. Pero absolutamente interesantes. Pero paranoicas, eso sí.
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Entonces en mi trabajo asumía que en la novela de Clarke habían usado el dinero de Gesell para generar consumo interno, para generar inversión y desarrollo científico por lo cual podíamos habitar Marte. Mientras que en la otra novela, seguíamos usando este dinero que nos hace cada vez más pobres y bla bla.
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Tan pobres vamos a quedar todos que no nos va a alcanzar para sacar ni siquiera un ticket para ir a la luna en el trasbordador Malthus o Paretto, che. Ni siquiera nos va a quedar un mango para alquilar un escalón en esa eterna escalera de la compañía.
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io dijo...

Todo el Ciclo de Rama esta muy bueno y figura en el podio de la ciencia ficcion (diria Literatura, porque lo creo asi, pero mejor no herir suceptibles suceptibilidades).

Golfo dijo...

Comentario al post:

¡Los hay con chorra!

Y no es cachondeo.

Comentario a G.:

El juego de Ender, muy aconsejado por muchos compañeros, fue para mi una gran decepción. casi todo lo que me aporto fueron ganas de jugar al ordenador a la manera de los años 80. ¿qué habia pasado?
Bueno, básicamente y tras un análisis, casi todos mis amigos lo habían leído con menos de 17 años.

Dado que se ve que G. está bien ilustrado en literatura de ciencia ficción, por un lado queda avisado de que el libro puede decepcionar y por otro queda mi propuesta de que si lo lee, sería interesante saber su opinión.

Un saludo.