martes, 8 de marzo de 2011

CDLXI. Vila-Matas.

Por eso, ahora puedo decir tranquilamente que, entre la vida y los libros, me quedo con éstos, que me ayudan a entenderla. La literatura me ha permitido siempre comprender la vida. pero precisamente por eso me deja fuera de ella. Lo digo en serio: está bien así.

Enrique Vila-Matas - El mal de Montano.

2 comentarios:

g. dijo...

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Al principio, la novela es fácil. Porque al principio las cosas casi siempre parecen fáciles cuando nos son conocidas.
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Un tipo, crítico, se va a Nantes a hablar con su hijo. Que está bloqueado. Pero, ahí empieza a estar todo más raro, porque se nos confiesa que eso es un diario íntimo.
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Luego, la novela (¿novela?) sigue su curso. El diario íntimo nos confiesa su problema con "El Mal de Montano" (El vivir en base, y por, la literatura).
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Pero la forma no es constante. Ya que en los capítulos, las formas van cambiando.
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Se nos confiesa que era, al principio, un diario, pero que no todo es verdad (¿Puede serlo?), sino que terminaba siendo una nouvelle, pero mezclada con cosas que de verdad habían pasado (¿las cosas de verdad pasan?). Nos confiesa la realidad y la ficción.
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Pero ahí, nos dice, que va a ser totalmente sincero, en su diccionario sobre diaristas. La forma cambia, constantemente, porque la novela está enredadada entre relatos y formas.
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La Novela analiza el destino del diario de los escritores, se regodea en diferentes lecturas de diarios íntimos (Están claro, los clásicos, Kafka, por ejemplo, Gombrowicz, al hablar de diarios no se puede dejar de nombrarlo).
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Al principio, el aire de la novela me hacía pensar en Barthebly & Compañía; parecía como si la novela hubiera sido escrita por alguien dentro de la novela.
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No hay, realmente, historia. Casi nunca, con Vila-Matas, creo que hay historias. Porque Vila-Matas es como un "diario" de sus lecturas. Creo que aquí lo confiesa.
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Es interesante, es una muy buena novela de él. Porque de diario, a diccionario, a conferencia, a relato, las formas de contar son diferentes. Soportar la primera persona, el relato contado. Ese siempre presente tufillo a autoficción (Deliberado en EVM), todo eso conforma un gran conjunto.
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Es como el paso entre Bartleby u compañía a Doctor Pasavento. Porque están las cosas de las dos otras novelas aquí. De otra forma, pero están. El personaje por momentos parece querer desaparecer y por momentos parece obsecionado por la literatura como el escritor de Bartletby (No, no, no no, no Melville). Creo que es el puente, me parece que está hay que leerla en medio. Aunque, claro, yo no lo hice.
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Clara dijo...

Lo quiero leer y entre un libro y una cita...me quedo con el libro.
Escribir un diario es complejo,la idea de lo ingenuo,la primera persona como soprano, actor principal y sueños entrelazados. A veces,es insufrible....