lunes, 23 de mayo de 2011

CDLXVIII. Bolaño.

Perder un brazo o una pierna es perder una parte de sí mismo, pero sufrir tales quemaduras es transformarse, convertirse en otro.

Roberto Bolaño - El Tercer Reich.

2 comentarios:

L. dijo...

Compré Una novelita lumpen.
Tal vez ese sea un buen camino para entrar a Bolaño.

g. dijo...

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Tardé un poco en escribir esto.
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Me gustó bastante El Tercer Reich, supongo que lo disfruté más de lo que me gustó (Si eso tiene algún atisbo de lógica).
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Ahora tengo una idea de los vahos que tengo leyendo las novelas de Bolaño (me pasó con Mounsier Pain, Los Detectives Salvajes y esta).
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La cuestión es esta. Las novelas empiezan con total claridad, los personajes se mueven de manera "lógica", van de aquí para allá, son unos. Luego, con el correr de la historia (o las páginas) todo se va volviendo brumoso, lo cual lo va haciendo todo más misterioso, más claroscuro, más raro, todo más "ilógico". Al final, se llega, porque es necesario llegar. Hay un misterio y sabemos que al final, más o menos, se desvela.
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La literatura de Bolaño, entonces, empieza clara como el agua, se enturbia, y luego llega a verse que siempre fue turbia.
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En esta novela (del 89, de las "rescatadas", luego de su muerte) se nota mucho. Al principio es una pareja de vacaciones, y no más que eso, pero luego, los sucesos (porque toda esta teoría es cono lo que pasa, no con la prosa o con lo copado que es leerlo) se van poniendo cada vez más raros, los mótivos del personajes cada vez son más truculentos, y así llega al final, donde el chabon, Udo, ya no es el mismo.
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En el juego de guerra y cómo combaten los personajes, y el marco, todo es muy interesante.
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Al principio me hizo acordar a un cuento del mismo Bolaño (Supongo que por la playa, nomás), donde el personaje, iba con el padre a Acapulco. Y lo mismo, al principio, el cuento era claro (hasta insulso, porque era ir de vacaciones), pero luego se va haciendo cada vez más oscuro, sin que cambie la prosa.
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Así el lector, con esa oscuridad, que no deja ver acciones o mótivos, se vaya metiendo cada vez más en la historia y en los deseos de los personajes.
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Bueno, llegado al caso, esa es mi teoría de las mejores novelas de Bolaño que yo leí (Y hasta de algunos cuentos).
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Resta decir que Bolaño es uno de los últimos verdaderamente grosos que hubo, y por suerte está casi todo (Hasta más de lo que debería haber, oso a pensar) publicado.
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