lunes, 12 de marzo de 2012

DXXIII. Robbe-Grillet.

- Sin embargo, usted sabe que no hay crimen perfecto; hay que buscar el defecto que debe de existir por algún lado.

Alain Robbe-Grillet - Las Gomas.

1 comentario:

g. dijo...

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Hay mucha onda, digamos, entre el mito de Edipo y el género policial. No me acuerdo si se lo leí a Piglia o a Saer, y tengo la idea que es algo bastante extendido.
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Hace poco leí que Las Gomas sigue la estructura de Edipo. Podría decir que sí, como Ulises sigue el recorrido de La Odisea, pero ¿es eso lo importante? Para mí, no demasiado, es como otro tornillo, o una capa de pintura.
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Para empezar, sí es un policial, para mí eso es importante. Por supuesto, un policial raro; puesto que se investiga un crimen que no ocurrió (que no debería ocurrir, también podría decirse).
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El texto. Eso es lo importante. Está todo quebrado. Son como pedazos rotos de un espejo en el piso y se narra el reflejo que se ve. Y eso lo hace genial, aunque al principio me costó mucho adaptarme a la forma.
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Las descripciones están, no sé qué tan objetivistista me pareció. Todavía no sé qué es lo que tengo que interpretar con la búsqueda de la goma de borrar, aunque a mi me parece que sería algo así como que el tipo siempre busca y no encuentra, o que lo que realmente le importa son las cosas pequeñas. No sé. Hoy, esas, son mis dos teorías. Me gusta más la primera.
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Pero es un policial. Chueco, eso sí. Digamos que Wallas, el detective, a su vez generaba mucha suspicacia. Los vecinos de la ciudad lo miraban raro, el comisario no terminaba de confiar en él, bla bla (mi yada yada).
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La ciudad era bastante loca, creo yo, está descripta pero nunca me quedó en claro su forma, con el ríacho en el medio y sus calles que van y vienen. Eso me gustó.
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El primer capítulo me costó mucho, no sé porqué, ya luego es más fácil. Tengo ganas de leerla de nuevo (aunque quizás nunca lo haga, simplemente porque releo poco) porque creo que una segunda lectura sería muy buena para ver todo.
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El destino manifiesto del protagonista está ahí. Esa es la parte que sigue a Edipo, supongo, pero la cosa es que no hay padres y acostadores-de-su-madre, entonces no es tan Edipo para mí. Claro, la estructura, el no saber que serás matador (pero en Edipo es matador-de-mi-padre, ¿no?).
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Me gustó muchísimo. Las descripciones son largas, pero no superfluas, hay acción, hay movimientos, cosas pasan. Hay misterio. Aunque el misterio está desplazado, puesto que el detective investiga algo que nosotros sabemos que no pasó, entones el nuestro misterio como lector es cuándo se va a dar cuenta de lo que realmente paso (o si se va a dar cuenta).
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El comisario me pareció simpático, y me pareció el verdadero detective, aunque también me dio la sensación que no tenía ganas de salir de la oficina (aunque urde la "investigamos-un-no-hubo-crimen".
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Si la ciudad es Tebas, digamos, el final es con Wallas yéndose (si Wallas es Edipo, claro).
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Todo lo de Edipo es de recién, lo demás no, es de mi idea.
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Otra: "Se decía ya que desconfiaba de las soluciones fáciles, se murmura ahora que ha dejado de creer en la existencia de una solución cualquiera."
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A mi me gustó mucho. Tengo otra de Robbe-Grillet, la última. La leeré sin dudas. Tengo también el famoso ensayo, lo leeré también. Esta es una lectura por Juan José Saer, que lo mencionaba cada dos por tres en sus "ensayos".
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