martes, 30 de junio de 2009
CLXXV. Prevert.
Echó café
En la taza
Echó leche
En la taza de café
Echó azucar
En el café con leche
Con la cucharilla
Lo revolvió
Bebió el café con leche
Dejó la taza
Sin hablarme
Encendió un cigarrillo
Hizo anillos
De humo
Volcó la ceniza
En el cenicero
Sin hablarme
Sin mirarme
Se puso de pie
Se puso
El sombrero
Se puso
El impermeable
porque llovía
Y se marchó
Bajo la lluvia
Sin decir palabra
Sin mirarme
Y me cubrí
La cara con la manos
y lloré.
Jacques Prevert - Palabras.
domingo, 28 de junio de 2009
CLXXIV. Huxley.
viernes, 26 de junio de 2009
CLXXIII. Woolf.
Virginia Woolf - Las olas
miércoles, 24 de junio de 2009
CLXXII. Rousseau.
Jean-Jacques Rousseau - El Contrato Social.
lunes, 22 de junio de 2009
CLXXI. Wittgenstein.
El lenguaje ordinario es una parte del organismo humano y no menos complicado que éste.
Es humanamente imposible extraer de él inmediatamente la lógica del lenguaje.
El lenguaje disfraza el pensamiento. Y de modo tal, en efecto, que de la forma externa del ropaje no puede deducirse la forma del pensamiento disfrazado; porque la forma externa del ropaje está construida de cara a objetivos totalmente distintos que el de permitir reconocer la forma del cuerpo.
Las convenciones tácitas para la compresión del lenguaje ordinario son enormemente complicado.
Ludwig Wittgenstein - Tractatus logico-philosophicus.
sábado, 20 de junio de 2009
CLXX. Marx.
jueves, 18 de junio de 2009
CLXIX. Fernández.
- ¿No lo habrá hallado ya usted aquí?
- Pero fíjese que su novela no sea con "cierre hermético" sino con salida a otra, porque soy personaje de trasmigración y me debo no a la posteridad de los lectores sino a la posteridad de los autores.
- Sea: por mí, que se porte bien aquí. No creo por lo demás que los autores del porvenir se conformen con personajes usados, pero esto no me concierne. Estamos entendidos.
martes, 16 de junio de 2009
CLXVIII. Joyce.
(...)
- Empieza la representación. Avanza un actor en la sombre, vestido con la cota que dejó un elegante de la corte, un hombre bien plantado con voz de bajo. Es el fantasma, el rey y no rey, y el actor es Shakespeare que ha estudiado Hamlet todos los años de su vida que no fueron vanidad para representar el papel del fantasma. Dice sus palaras a Burbage, el joven actor que está delante de él, más all´pa de la tela encerada, llamándole por su nombre:
mandándole, prestar atención. A un hijo habla, el hijo de su alma, el príncipe, el joven Hamlet y al hijo de su cuerpo, Hammet Shakespeare, que ha muerto en Stratford para que su homónimo viva para siempre.
- ¿Es posible que ese actor Shakespeare, fantasma por ausencia, y con las ropas de sepultado rey de Dinamarca, fantasma por muerte, diciendo sus poripias palabras al nombre de su propio hijo (Si hubiera vivido Hamnet Shakespeare habría sido el mellizo del príncipe Hamlet), es posible, quiero saber, o probable, que no sacara ni previera la conclusión lógica de esas premisas: tú eres el hijo desposeído: yo soy el padre asesinad: tu madre es la reina cumplable, Ann Shakespeare, de soltera Hathaway?
James Joyce - Ulises
domingo, 14 de junio de 2009
CLXVII. Hernández.
sobre esos males, canejos?
Nace el gaucho y se hace viejo,
sin que mejore su suerte,
hasta que por ahi la muerte
sale a cobrarle el pellejo.
José Hernández - Martín Fierro.
viernes, 12 de junio de 2009
CLXVI. Moro.
Tomás Moro - Utopía.
miércoles, 10 de junio de 2009
CLXV. Di Benedetto.
lunes, 8 de junio de 2009
CLXIV. Saer.
Juan José Saer - Las nubes.
sábado, 6 de junio de 2009
CLXIII. Camus.
Tijon: Sí “Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente; ojalá fueses frío o caliente! Más porque eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices...
Albert Camus - Los Poseídos.
jueves, 4 de junio de 2009
CLXII. Pirandello.
EL PADRE. (Apañándola.) ¡Sí, frustrados, eso es! (Al director, de inmediato.) En el sentido, claro está, de que el autor que nos dio vida, después no quiso o no pudo materialmente introducirnos en el mundo del arte. Y de verdad que fue un delito, señor, porque quien ha tenido la suerte de nacer como personaje vivo, puede reírse incluso de la muerte. ¡No morirá jamás! Y para vivir eternamente ni siquiera necesita de dotes extraordinarias o realizar prodigios. ¿Quién era Sancho Panza? ¿Quién era don Abundio? Y, sin embargo, son eternos, porque —semillas vivientes— ¡tuvieron la suerte de encontrar una matriz fecunda, una fantasía que supo nutrirlos y desarrollarlos, darles vida eterna!
Luigi Pirandello - Seis Personajes en busca de un autor.
martes, 2 de junio de 2009
CLXI. Osborne.
John Osborne - Look back in anger