El río, que refleja y baraja los colores oscuros y claros del cielo, tiene un movimiento lento y espeso de aceite.
Dyonelio Machado - El día de las ratas.
La Partida
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La novela, de título *La Partida*, era la historia de unos cinco días de
Gregorio Astley, un hombre de cuarenta años, viviendo de las regalías de su
prime...
Hace 9 años
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1 comentario:
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Me gustó mucho ese libro.
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A mi modo de ver, tiene dos partes bien diferentes: La parte conciente -la vida- y la parte inconciente -onírica-.
¿Cuál es peor? La vida es real, y las cosas pasan o no, conseguís lo que necesitas o no, el tiempo te corre y se acaba. La parte de sueños, el tiempo no existe y se alarga y es infinito, si tenés lo que conseguiste lo podés perder, y las cosas pasan, y vuelven a pasar, y vuelven a pasar y nunca terminan.
Eso sería lo que hoy escribiría sobre ese libro.
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Por supuesto que lo que escribí sobre ese libro lo escribí hace como cinco meses y era mucho más largo y citaba un montón de cosas y era al pedo y quedó feo. La revista está en el sitio de la revista.
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La cita a mí me gusta porque me gustan los ríos. Es sobre alguno de los ríos del Porto Alegre. Mi recuerdo de esa ciudad, era siempre pasar por el costado y nunca entrar, porque si entrabas -como un vortice maligno- no salías más.
Entonces agarrabas la autopista y la pasabas por el costado, porque uno no quería entrar a esa ciudad, sino que quería ir a la playa.
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Sena. Tamesis. Dniéper. Neva. Don. Volga. Paraná. Uruguay. Paraguay. Amazonas. Nilo. Po. Rin. Gualdaquivir. Moldava.
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Aqueronte, Estigia, Leteo, Cocito, Flegetonte.
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Me gustan los ríos. Mi río sería el Uruguay, porque ahí estuve cuando era chico. También por la lancha y mis recuerdos. Tal vez porque ese es el único río que me animo a narrar, de una forma burda y fea, pero esas aguas para mí son los ríos que yo narro, los ríos por los que me pierdo.
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Me parecía que cualquier lenguaje es un error de lenguaje. ¿Vale la pena hacer una cosa que estaba ya como hecha cuando aún no existías?
El río, que refleja y baraja los colores oscuros y claros del cielo, tiene un movimiento lento y espeso de aceite. Uno nunca termina de leer, aunque los libros se acaben, de la misma manera que uno nunca termina de vivir, aunque la muerte sea un hecho cierto. En la vida de las personas hay grandes misterios y el amor es uno de los más inaccesibles. Tal vez ella no fuera la muchacha más bonita de la villa... Y por cierto no lo era. Pero el amor es así... La derrota no solamente separa al hombre de los otros hombres, sino que le separa de sí mismo. Pero el amor, esa palabra...
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