Había oscurecido, y mientras nos deslizábamos bajo un pequeño puente, pasé mi brazo en torno a la bronceada espalda de Jordan, la atraje hacia mí y la invité a cenar. De repente, no pensé ya en Daisy y en Gatsby, sino en aquella recatada, arisca y limitada personilla que repartía un escepticismo universal y se apoyaba garbosamente en el círculo de mi abrazo. En mis oídos empezó a latir una frase, con una especie de impetuosa excitación: «Sólo existen los perseguidos, los perseguidores, los ocupados y los ociosos...»
F. Scott Fitzgerald - El Gran Gatsby.
2 comentarios:
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Creo que cuando la copie debe haber sido por el «Sólo existen los perseguidos, los perseguidores, los ocupados y los ociosos...»
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El día que compré este libro, recuerdo que estaba muy alto.
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Tengo un camino armado: Leonard Cohen, Levrero, Perec, Gorki, y luego ver.
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sino en aquella recatada, arisca y limitada personilla que repartía un escepticismo universal y se apoyaba garbosamente en el círculo de mi abrazo.
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limitada personilla= Raro, ¿no?, en qué sentido lo dirá. Todos somos limitados, por más que todos creamos que no tenemos límites. Pero lo somos, nuestro físico e inteligencia da hasta algún punto. Ese "somos infinitos" yo no me lo creo, somos limitados y conozcamos los límites. Desafialos, sí; pero sabe que existen. Los "somos infinitos" son sensillamente imbeciles.
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Necesito algo de garbo.
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Necesito algo de Greta.
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Estoy cansado y agotado, hoy. Sí. Aburrido y sin vos, por eso no hablo.
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Sin quién no estará Ud...
Bueh...resulta que llegué a su blos x un comentario x allá en algun post que leíi hace un rato.
La cosa es que me gustó ese relato, no lo conocía, pero me ha invitado a buscarlo.
Limitada personilla...era pobre, pequeño, jóven, tonto, quizá??
me gustó.
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