martes, 14 de septiembre de 2010

CCCXCV. Fitzgerald.

Había oscurecido, y mientras nos deslizábamos bajo un pequeño puente, pasé mi brazo en torno a la bronceada espalda de Jordan, la atraje hacia mí y la invité a cenar. De repente, no pensé ya en Daisy y en Gatsby, sino en aquella recatada, arisca y limitada personilla que repartía un escepticismo universal y se apoyaba garbosamente en el círculo de mi abrazo. En mis oídos empezó a latir una frase, con una especie de impetuosa excitación: «Sólo existen los perseguidos, los perseguidores, los ocupados y los ociosos...»

F. Scott Fitzgerald - El Gran Gatsby.

2 comentarios:

g. dijo...

---
Creo que cuando la copie debe haber sido por el «Sólo existen los perseguidos, los perseguidores, los ocupados y los ociosos...»
---
El día que compré este libro, recuerdo que estaba muy alto.
---
Tengo un camino armado: Leonard Cohen, Levrero, Perec, Gorki, y luego ver.
---
sino en aquella recatada, arisca y limitada personilla que repartía un escepticismo universal y se apoyaba garbosamente en el círculo de mi abrazo.
---
limitada personilla= Raro, ¿no?, en qué sentido lo dirá. Todos somos limitados, por más que todos creamos que no tenemos límites. Pero lo somos, nuestro físico e inteligencia da hasta algún punto. Ese "somos infinitos" yo no me lo creo, somos limitados y conozcamos los límites. Desafialos, sí; pero sabe que existen. Los "somos infinitos" son sensillamente imbeciles.
---
Necesito algo de garbo.
---
Necesito algo de Greta.
---
Estoy cansado y agotado, hoy. Sí. Aburrido y sin vos, por eso no hablo.
---

Eleanor Rigby dijo...

Sin quién no estará Ud...

Bueh...resulta que llegué a su blos x un comentario x allá en algun post que leíi hace un rato.

La cosa es que me gustó ese relato, no lo conocía, pero me ha invitado a buscarlo.

Limitada personilla...era pobre, pequeño, jóven, tonto, quizá??

me gustó.