El héroe es héroe cuando puede morir; el detective, en cambio, no puede morir, porque la ratio sin fin debe comportarse heroicamente y, si llegara a morir, su muerte sería sólo un hecho contingente (quizás producto de una debilidad en la fantasía del autor), en lugar de una prueba final.
Siegfried Kracauer - La novela policial. Un tratado filosófico.
2 comentarios:
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ratio = ratio.
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Recién me encontré en una foto en la librería donde compré este libro, y es prueba sonante que estuve a un metro de Ricardo Piglia durante un largo rato.
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Me gustan mucho los policiales, últimamente recobré ese gusto que había perdido.
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Me gustaría mucho intentar escribir buenos policiales, pero si los escribo termino haciendo cosas más abstractas y que policiales en serio.
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Me voy por las ramas siempre.
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Un crimen es un crimen, el investigador es la ratio, el asesino es el autor del crimen y la ratio es aquello que une todo.
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El autor es el criminal, el crimen es el corpus (Novela, cuento o poema) y el investigador es el crítico.
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El autor no es el que le da la razón al hecho, el hecho está ahí tirado en el piso y el crítico investiga.
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Hay que perseguir al crítico como perseguidor.
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Aquiles y Ulises son héroes, los dioses no lo son. Ulises es más héroe que Aquiles.
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El perseguido persigue al perseguidor, el crimen es metafísico. El crimen está escrito y el investigador persigue.
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«Sólo existen los perseguidos, los perseguidores, los ocupados y los ociosos...»
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La muerte del perseguidor, la muerte de Charlie Parker o Johnny Carter.
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El crimen es la obra y voy a dejar de escribir.
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ratio = razón.
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¡Eh loco! ¡¿Qué te pasa con el Crítico?!
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