lunes, 8 de marzo de 2010

CCLXX. Turgueniev.

Advertí que a menudo el llanto se produce así, que una palabra en especial, en general sin sentido -esa palabra, no otra- hace surgir un manantial de lágrimas, conmueve a una persona, despierta en ella la compasión por los demás y por sí misma. Recuerdo a una campesina, me contaba que su hija había muerto súbitamente durante la cena y no pudo continuar el relato tan pronto como pronunció esta frase: «Le dije: ¿Fekla? Y ella preguntó: Mamá, dónde está la sal... la sal... la s...». La palabra «sal» la hacía sufrir.

Ivan Turgueniev - La desdichada.

4 comentarios:

g. dijo...

Conexión Тургенев

El crítico mira a la audiencia y habla:
- La conexión no tiene nada que ver con este gran autor ruso. Más allá de lo que puede ser visto como un intento de desterrar del olvido de la crítica occidental –y publico- a este autor. Justo toma su nombre de este autor, que fue el más occidental en su época, y me animo a decir dentro de todas las épocas dentro de Rusia. Los autores rusos más famosos de su siglo, se pelearon con él por distintas razones, Tolstoi y Dostoivsky. Estos tenían la posición que la literatura rusa tenía que ser más eslava, más de ellos mismos. Esa era la dicotomía de los autores rusos de esa época, o ser occidentalistas o eslavo. Tal vez los eslavos pensaban que siendo occidentalistas se era más esclavo, pero esto es un juego de idioma. De nuestro idioma, dice el crítico en inglés. La conexión quizá tuvo este nombre para hacernos recordar a este autor ruso, amigo de Henry James y ponderado por el no menos famoso Harold Bloom. Esta fue la operación con la que las agencias occidentales, con el telón de hierro de fondo, pudieron sacar los originales y publicar en el occidente, y por consiguiente al mundo, por lo menos tres obras capitales. Vida y destino(Жизнь и судьба), de Vasili Grossman, fue publicado primero en Suiza en la década del 80, tuvieron que pasar ocho años cuando el régimen estaba cayendo, para ser publicada en Rusia, como debía ser. Luego tenemos la obra, Archipiélago Gulag(Архипелаг ГУЛАГ), la cual fue publicada primero en Francia y muchos años después pudo serlo en Rusia. El autor tuvo un largo exilio de las URSS, para volver pocos años antes de su muerte. Y por último la obra Doctor Zhivago (Доктор Живаго), de Boris Pasternak, que fue publicada primero en italiano y luego en inglés. Todas estas operaciones fueron hechas bajo el paraguas de la “Conexión Turgueniev”, doctrina por la cual las agencias de inteligencia de occidente fueron sacando y publicando, obras que los censores soviéticos encontraron algo que no era de su agrado, algo que hizo que esas grandes novelas fueran escondidas en un cajón por miedo. La CIA puso el dinero para publicar varias de estas obras. De hecho Giangiacomo Feltrinelli fue agente de la CIA, y expuso también a las brigadas rojas, esta cuestión es sobre la que trata un ensayo que estoy escribiendo sobre este editor. Grossman murió sin saber si su obra cumbre había sido publicada, Alexander Solzhenitsyn vivió en carne propia lo que era el régimen y Pasternak fue dejado de lado por los soviéticos. Sin olvidar a autores como Isaak E. Babel que todavía nadie sabe a ciencia cierta donde murió. Hoy vamos a desglosar en partes cómo se gestó la “Conexión Тургенев”.

Mechi.- dijo...

Todos tenemos algun mambo...

Luna dijo...

Sobre la cita, creo que en mayor o menor medida todos tenemos esas palabras disparadoras. Admito que algunas las dejé de utilizar por un buen tiempo a modo de duelo.
Sobre los autores rusos, la historia repetida de la utilización de un lado y del otro de escritores, científicos , artistas, etc.

Besos

Suaznabar dijo...

Fekla era una de las tantas que se ponía a llorar cada vez que veía a Carlitos Bala (Y no sé si solamente por la palabra sal)