jueves, 6 de noviembre de 2008

LIII. Castillo

Así como nadie conoce a una mujer porque sepa que tiene 32 dientes, dos piernas, cinco dedos en cada mano. Ningún hombre sabe nada de una mujer si no la miró dormir. Ese acto religioso y absolutamente incompartible de mirar a mansalva la cara de una mujer que se nos quedó dormida, mirarla hasta sentir miedo, es el verdadero acto de amor. Nadie puede saber si ama si no miró a una mujer así. Cualquiera puede saber que ya no ama cuando no soporta esta contemplación.

Abelardo Castillo

10 comentarios:

g. dijo...

Hay que darle las gracias a Café (Con tostadas) por esta frase.

Luego vendrá alguna de Pinter, cortesía de Javier.

Hay que encontrarla antes.

Eclipse dijo...

No sé qué decirle, mister yi, yo escribo algo en el blog y parece que el mundo me contestara o comentara a su forma, por todos lados, así no sepan lo que dije.
Yo le dejo mis saludos habituales y me retiro a llorar a al cuartito.

Café (con tostadas) dijo...

Pero leiste ese cuento?

Cuando sea grande yo quiero escribir como ese señor!

Gracias por este post, de verdad no lo esperaba...

Mejoraste un día que venía bien, decir gracias no es suficiente, salú!

g. dijo...

Eclipse: Pero no se retire al cuartito, venga a llorar por estos pagos que será escuchada. Me dejaste muchas ganas de leer lo que pusiste en el blog; lo haré luego.

Y, Café; no, no lo leí.
Debo admitir que de Castillo no leí nada, pero que mejor que una cita regalada y que yo no haya leído, para dejar de lado el contexto de todo.
Con Castillo tengo el problema que lo escuche hablar (Mucho) antes de leerlo, entonces me genera ese prurito... Pero deberé leerlo, recomendame algún libro y lo compro.

Café (con tostadas) dijo...

Ay, qué difícil...

Si te gustan los cuentos, leete Las otras puertas. Creo que te lo podría relatar de memoria...

Sino, probá con El evangelio según Van Hutten o con Crónicas de un iniciado.

Igual, podés empezar por ese cuento que, a mi gusto, es hermoso...

Café (con tostadas) dijo...

Ay, qué difícil...

Si te gustan los cuentos, leete Las otras puertas. Creo que te lo podría relatar de memoria...

Sino, probá con El evangelio según Van Hutten o con Crónicas de un iniciado.

Igual, podés empezar por ese cuento que, a mi gusto, es hermoso...

Anónimo dijo...

Ver a una persona dormir, es ver a una persona diferente...
Es mirar su rostro y pensar en cuales seran sus sueños
es ver sus ojos de paz...sus musculos relajados...
es tenerla al lado pero esta ausente...
es vos viendo a la persona y la persona sin verte...

Clara Castillo dijo...

Hermoso este fragmento. Y nada más perfecto que ver cómo esa persona (no solamente una pareja sino también un hijo) se queda dormida en nuestros brazos.
Me encantó la idea de tu blog, de citar textos que no te hayan dejado indiferente.
Qué bueno sería que pudieras citar alguna cosita dicha por mí, que también soy Castillo ;-). Tal vez algún día, tengo mucho por escribir todavía...
Cariños

Tyler Durden dijo...

La frase final es LETAL.

MUY bueno

hadazul dijo...

me encanto!, Gracias tmb yo buscare un libro, esa frase lo amerita