sábado, 21 de marzo de 2009

CXXV. Roth.

El corazón se me salía del pecho, como si hubiera estado llevando a cabo mi primera fechoría con algún cómplice de la talla del mismísimo Jean Genet: no se trataba sólo de estar actuando alevosamente; era que encima resultaba interesante. Pensar que al otro extremo de la línea había alguien haciéndose pasar por mí, mientras yo me hacía pasar por otro, me produjo una excitación tan tremenda, tan imprevista, tan carnavalesca, que ella seguramente basta para explicar el estúpido error que a continuación cometí.
- Soy Pierre Roget - Le dije, y nada más salir de mis labios tan cómodo nombre de batalla, que se me había ocurrido así, sin más, como surgido de la nada, me di cuenta de que la letras iniciales coincidían con las mías, y con las suyas, claro. Pero aún: era, convertido como por arte de magia, el nombre de un famosísimo lexicógrafo del siglo XVIII cuyo apellido, en inglés, es sinónimo de diccionario ideológico de la lengua. ¡Ni de eso me había dado cuenta! ¡Se me había ido a ocurrir el nombre de la máxima autoridad en sinónimos!

Philip Roth - Operación Shylock.

4 comentarios:

g. dijo...

¡Se me había ido a ocurrir el nombre de la máxima autoridad en sinónimos!

Cuando yo leí eso, me dije: Mierda, esto es genialidad pura. Luego estuve mirando la forma para poner esa genialidad pura de Roth en el blog. Y me di cuenta que era necesario darle algo de contexto. Y por eso están los dos párrafos, porque ahí está toda la explicación de la genialidad. Es tremendamente buena esta (larga) cita, una de las que más me gusta. Y como tal, supongo, que no tendrá muchos comentarios... Porque saben, las citas que a mí más me gustan terminan siendo siempre las citas con menos comentarios.

Terapia de piso dijo...

Fascinante. Excitante.

Pensar que por momentos te inventas ser otro y hacer lo que con otra vida no eres capaz de hacer con la tuya propia.

Como la película.
El talentoso Mr Ripley.

Un abrazo.

José Roberto Coppola.
Pd algún día escribiré un post de eso.

Eclipse dijo...

sí, ingeniosísima, llegué pronto a la cita impulsada por tu fascinación y exaltación y me quedé sin esas palabras que tampoco encontraste para decirme por qué te gustaba tanto.
coincido, es genial. quizás tenga mucho de G, la intertextulidad, la relación de significados, las casualidades...
porque no es coincidencia que casualidad y causalidad sean tan sencillos anagramas, no?

l dijo...

Vos, sin dudas, tenés que leer Dr. Pasavento, de Vila-Matas. La pérdida de la identidad y la relación con la literatura está llevado a puntos exigentemente extremos. Personalmente, lo mejor de él que leí hasta ahora. Sé que te va a gustar.

Hacete ese favor. Hacelo. Sí.
Cuando lo leas, volvé sobre esta cita.

Yo debo hacerme el favor de leer a Roth. Lo vengo pensando hace un tiempo, ya. Y tus citas no dejan de confirmarlo.

¿Sugerencias?