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Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incompelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia.
Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente sus orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, la esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpaso en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentían balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.
Julio Cortázar - Rayuela.
4 comentarios:
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Puse este texto acá porque el otro día en un taller nos hicieron cambiar las palabras "inventadas" por palabras que "existen". Con eso salían textos bastante interesantes.
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Yo no lo hice porque me olvidé realmente, pero tenía ganas de hacerlo. No lo hice cuando volví a casa porque ya tenía la idea de los recuerdos de las palabras que había escuchado anteriormente. Además después del choripan, el vació y el café estaba para dormir hasta el próximo fin de semana.
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Así que, si quieren, me parece que puede resultar muy intersante, que los lectores de Citas Sin Contexto, se copen y copien el texto y cambien el gíglico por palabras en castellano.
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También, ayer en la ducha, pensaba en cómo sería la traducción de esas palabras. Cómo habrán traducido noema al francés. ¿Seguirá diciendo noema? O dirá otra cosa. Porque también me parece que eso terminaría hablando muchísimo más de un traductor que la misma traducción. Ahí daría intención donde no la debería haber. No creo estar explicándome bien, y no me voy a explicar mejor.
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Debe ser interesante leer este capítulo del gíglico en otro idioma. Ver qué dicen cuando Cortázar pone: "ella se tordulaba los hurgalios,".
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Copio lo que dice la wikipedia sobre el Glígico:
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El glíglico es un lenguaje creado por Julio Cortázar y presente en su novela Rayuela, cuyo capítulo 68, que evoca una escena erótica, está completamente escrito en él. Se trata de un lenguaje musical que se interpreta como un juego, además de ser un lenguaje exclusivo, compartido por los enamorados, que los aísla del resto del mundo.
Aunque a primera vista parece carecer de sentido, una lectura más detallada permite ver que en realidad es bastante comprensible. El glíglico tiene la misma sintaxis y morfología que el español, usando palabras normales con otras inventadas pero reconocibles como sustantivos o verbos, y puntuando correctamente las frases. Una posible fuente de inspiración es el Jabberwocky de Lewis Carroll. Hay posibles antecedentes entre los poetas de la vanguardia latinoamericana, como Vicente Huidobro u Oliverio Girondo.
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bah, puff, me voy.
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Preciosa Rayuela saltando a bocanadas...
Ayer fuí a comprarlo y como el tamaño normal me resultó caro y el tamaño bolsillo la letra era demasiado pequeña no lo cogí. Lo encontré un poco gordo, pero de todas formas lo pediré prestado en alguna biblioteca.
Salud.
soy ana aunque en la cuenta ponga hana. quítame la h.
Buena propuesta, Sr.
Voy a intentarlo.
Abrazo
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