martes, 27 de abril de 2010

CCCII. Golding.

- Hemos tenido muchísimas asambleas. A todos nos divierte hablar y estar aquí juntos. Decidimos cosas, pero nunca se hacen. Íbamos a traer agua del arroyo y a guardarla en los cocos cubiertos con hojas frescas. Se hizo unos cuatos días. Ahora ya no hay agua. Los cocos está vacíos. Todo el mundo va a beber al río.

William Golding - El señor de las moscas.

3 comentarios:

g. dijo...

Primero:
- Nos abrazamos cucharita.
- Viajamos al sur.

Supongo que más o menos fue cuando me volví a subir al auto, luego de pasear por las calles Pereyra Lucena, Alvear, Manuel Castro y Saenz. Sí, fue ahí, cuando volví al auto.
Tenía calor. Estaba un poco abrigado y tenía calor. Y de pronto me imaginé haciendo mi trabajo habitual pero en el sur. Más especificamente estaba en el camino de los siete lagos.
No recuerdo qué lago, pero hay uno que para llegar hay que salir de la ruta principal, te metes por un camino estrecho y llegás al lago. Allí se aparece la playa. Pero hay ovejas. Hay un almacen que hace sandwiches ricos.
No me acuerdo qué lago es. Pero creo que viniendo de Villa La Angostura hay que pasar el puente y el mirador.
Si la lógica no me falla, tiene que ser el lago Pichi Traful.
Ahí quería estar hoy.
***
Primero vi el capítulo de los Simpsons del señor de las moscas. Antes vi la película. Al final leí el libro.
Pero el libro es muy bueno. Es muy potente y es como una patada a la razón.
Me gustó.
¿Se nota?
Lo leí hace mil años, tal vez lo debería re-leer. Como tantas otras cosas.

Luego:
- Volvemos.
- Nos perdemos.

Luna dijo...

Esto me hizo pensar en las distopías, tan explotadas en la literatura y el cine. Muchas de mis películas favoritas son eso finalmente, porque al fin y al cabo ni siquiera una utopía nos alcanza.

Besos

Gustavo dijo...

Igual... yo prefiero seguir haciendo asambleas. Hasta sobre el porqué de los cocos vacíos.