jueves, 16 de abril de 2009

CXL. De Beauvoir.

No, hoy no conoceré mi muerte; ni hoy ni ningún otro día. Estaré muerta para los otros sin haberme visto morir jamás.

Simone de Beauvoir - Los Mandarines.

8 comentarios:

g. dijo...

Llevé el auto al lavadero. Una hora me dijo el muchacho, yo lo miré largamente. "una hora" pensé, una hora es un corto tiempo para todo el tiempo que estuvo acumulando polvo. Pensé que me estaba mintiendo, ya que hace meses que el auto viene juntando mugre y en "una hora" lo iban a lavar.
Lo rápido de la limpieza.
Y volví a mi casa, caminando. Tranquilo. Una vez allí, esperé y salí para lo de mi abuela. Allí conocí al gatito. Es muy raro ver a mi abuela con cualquier animal, salvo mi hermano y yo. Y es muy bonito.
Me fui a buscar un libro. Sabía que había algo de De Beavoir en esa casa. Lo agarré. Noté lo baqueteado que está. Ahora que lo miro noto que lo está. Se lo regalaré igual, lo sé. Pero me da cosa ver eso. Pero ha sido leído, se le nota. Es uno de esos libros que al abrirlo y al leerlo, uno estornuda. Tal vez por eso me da cosa regalárselo. Porque estornudará mucho. Y yo no quiero que estornude mucho.
Leí la contratapa. Leí Sartre, Camus y ella misma. Además de leer Le Combat. "Pucha" me dije (Aunque en realidad "Pucha" es mi lado austero a la "Puta"). Esto quizá valga la pena leerlo.
Se lo daré. Sí. Se lo regalaré. No sé que tan bien quedará al lado de los ensayos, pero esta novela en primera persona parece tener onda. Aunque leerla será tortuoso, porque el polvo y la humedad ha carcomido al libro, pero todas las letras están en su lugar ¿No es eso lo importante, mi amor? "Pues no lo sé".
Y, recién, hace tal vez diez minutos, mientras ahora escucho sobre agujeros de lombriz (¡Tan Feo nombre en castellano!) y viajes espaciales escribo. Hace diez minutos agarré el libro y pasé por las hojas. La primera oración del Capitulo II es esta; y más fuera de contexto no puede estar.
Yo no sé más del contexto que esta, porque como habrán notado (Lo que subyace debajo de mi relato) es que yo no leí la novela. Y leí la frase y la puse. No tenía mucha idea de qué poner, pero entre mi gripe y estornudos, encontré esto.
Y la cita, es muy buena.
Creo yo.

l dijo...

Uno de los mejores ejemplos de una cita sin un contexto.
O con un contexto absolutamente extraliterario.

Me hizo reir mucho esa idea de que la duración del baño debería ser directamente proporcional a la cantidad de tiempo juntando mugre. Y la Mita se va a terminar encariñando con ese gato, cuando, en el primer frío del invierno, se le siente en las rodillas... Uff. Lo va a explotar como bolsa de agua caliente!! Jajaja.

Te amo, bonito.

Habitarás mi ocaso dijo...

Empece a leer ese libro en las vacaciones, una vieja edición de los ´60. Ahora lo tengo abandonado. Tambien tengo una cita bastante polemica que tengo ganas de poner en el blog.

Besos

Eric dijo...

No tengo idea como será el contexto, pero la cita demuestra mucha fortaleza.

Gustavo Pereyra dijo...

Cuánto miedo, ¿no?

eMiLiA dijo...

A veces no interesa demasiado el contexto.

Muy buena cita.

Saludos!

Dolores Eidán dijo...

Me quedó resonando...
"estar muerta para los otros"
y poco me importa el contexto
si queda resonando así,
tan adentro.

Saludos!

Tatiani dijo...

Creo que esta cita me hiciste piensar mucho sobre el contexto. Muy buena a cita, muy buena!