viernes, 14 de mayo de 2010

CCCXIV. Machado.

Buena idea ésa de dejar el dinero sobra la tabla de la mesa. No sólo por la incomodidad de esperar su llegada, muy temprano todavía. El encuentro, cara a cara, traería miradas, recriminaciones, engaños y desconfianzas... No le sería posible dejar de acordarse, y de recordarle, incluso aunque más no fuera con un mínimo gesto, aquello de la víspera. Incluso su sorpresa traduciría despecho, el acto de entregar, el simple hecho de entregar el dinero sería hostilidad... Y los enemigos de ayer se reunirían, se confrontarían... No agresivos, no: pero enemigos, on resentimientos...

Dyonelio Machado - El día de las ratas.

3 comentarios:

g. dijo...

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Me gustó mucho esa novela. Escribí algo que me gustó bastante para la revista Guita, me lo devolvieron con un par de correcciones en etíquetas. Yo tenía un día raro y le dije, hace lo que quieras. Así que va a ir con alguna que otra diferencia a lo que yo escribí. Mínimas.
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El mío lo voy a publicar en el blog, sin ningún cambio. Es más tengo como cuatro de esos escritos para la revista, siempre tuve alguno otro mejor, que voy a colgar en el blog. Es al pedo que me los quede yo.
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Es realmente una muy buena novela esa. Corta. Rápida. Tenía una acción bastante escueta, muchos de los sentimientos del personaje iban por debajo de la piel. Está buena. Yo escribí algo sobre el tiempo medido en esa novela. Siendo que los primeros 3/4 son casi un tiempo "real", medido y constatado. Y el último 1/4, con la tarea cumplida pero en un enfermo estado de paranoia, es el tiempo de la noche y donde nada se puede medir, y no se puede saber si paso un minuto o tres horas. Es el tiempo de la vigilia.
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Me gustó más escribir sobre eso que sobre lo que hablan en el prólogo. Creo que es válido el análisis, pero el tiempo tiene algo. Está tan presente, menciona tantas veces la hora. Porque si el tiempo se te va, y tenés que hacer algo, los minutos pasan y pesan.
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El otro día me fije los resultados, leí los nombres de los cuentos al concurso que yo mandé algo. Yo sabía que no iba a sacar nada. Creo que mi cuento es realmente bueno. Pero bueno, quizá todos esos sean mejores. Aunque creo que los jurados eran tal vez mala gente y me conocía de algún lado y cuando leyeron mi alias... Bah.
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Estoy re-contra-podrido.
Estoy re-contra-quemado.
Estoy re-contra-punzado.
Estoy re-contra-ayudado.
Estoy re-contra-
Estoy re-
Estoy.
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Es el eco del eco del eco de un sentimiento.
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Vieron cómo los asteriscos parecen personitas. Personitas de jengibre. Personitas de jengibre que están a punto de perder las piernas. Personitas de jengibre que corren por el bosque otoñal.
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Es como la palabra ojo, se parece a una cara. OjO. ¿no?
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Suaznabar dijo...

El vil metal, si dejas dinero en la mesa tal vez se vuele. Tal vez te lo roben, tal vez se escape.

Tal vez todavía esté allí cuando te despertas.

Anónimo dijo...

Que lindo volver a ser niño y jugar un rato, sobre todo cuando se está re-contra-

Me gusta pasear por acá, larga vida al blog!
Espero que la suerte sea mala y gane el coraje (?)