--- No es un día realmente genial. --- Una canción que también reafirmó que yo tenía que empezar a leer High Fidelity. Recuerdo que al final la canta Jack Black. --- El día empieza con un abrazo en la cama. Sus piernas enroscadas en las suyas, su espalda contra su pecho -a ella le gusta sentir su respiración-, su brazo pasa por debajo del cuello de ella y el otro le acaricia la panza -el area del ombligo, y sus dedos juegan a entrar y salir-, las manos de ellas puestas en su mano. Él está medio dormido y ella está despierta, con los ojos abiertos, la mirada en la oscuridad, aunque la claridad ya está en el ambiente. No se mueve, él se despierta de repente y la ve. "¿Vas a salir a ponerte en forma?", le dice él y ella le responde que no, que no tiene ganas. Entonces él se apreta más fuerte contra su cuerpo y a ella una sonrisa le surca la cara. --- Antes, la noche anterior, habían discutido cuál era la parte favorita de la canción de Marvin Gaye. Ella sostenía tal parte y él tal otra. Hasta que él se cansó de la discusión y corrió a su discoteca, buscó largamente -desde hace tiempo no sabe dónde está tal cosa, desde que desarmó el orden alfabetico- y lo encontró. Lo puso y se sentó al lado del estereo. El miraba la letra en la carilla, mientras ella se acercaba y lo agarra por el cuello, lo besa. Y el resto es historia... --- La otra mañana se pelean y ella dice que no se van a ver más. --- Él lee y ella lee. --- Él se lee y la lee a ella. --- Ella lee y se lee a ella. --- Marvin Gaye suena en el ambiente, inunda todo con sus gemidos y suplicios, pidiendo amor. ---
La Partida
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La novela, de título *La Partida*, era la historia de unos cinco días de
Gregorio Astley, un hombre de cuarenta años, viviendo de las regalías de su
prime...
2 comentarios:
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No es un día realmente genial.
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Una canción que también reafirmó que yo tenía que empezar a leer High Fidelity. Recuerdo que al final la canta Jack Black.
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El día empieza con un abrazo en la cama. Sus piernas enroscadas en las suyas, su espalda contra su pecho -a ella le gusta sentir su respiración-, su brazo pasa por debajo del cuello de ella y el otro le acaricia la panza -el area del ombligo, y sus dedos juegan a entrar y salir-, las manos de ellas puestas en su mano. Él está medio dormido y ella está despierta, con los ojos abiertos, la mirada en la oscuridad, aunque la claridad ya está en el ambiente. No se mueve, él se despierta de repente y la ve. "¿Vas a salir a ponerte en forma?", le dice él y ella le responde que no, que no tiene ganas. Entonces él se apreta más fuerte contra su cuerpo y a ella una sonrisa le surca la cara.
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Antes, la noche anterior, habían discutido cuál era la parte favorita de la canción de Marvin Gaye. Ella sostenía tal parte y él tal otra. Hasta que él se cansó de la discusión y corrió a su discoteca, buscó largamente -desde hace tiempo no sabe dónde está tal cosa, desde que desarmó el orden alfabetico- y lo encontró. Lo puso y se sentó al lado del estereo. El miraba la letra en la carilla, mientras ella se acercaba y lo agarra por el cuello, lo besa. Y el resto es historia...
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La otra mañana se pelean y ella dice que no se van a ver más.
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Él lee y ella lee.
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Él se lee y la lee a ella.
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Ella lee y se lee a ella.
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Marvin Gaye suena en el ambiente, inunda todo con sus gemidos y suplicios, pidiendo amor.
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Don't you know how sweet and wonderful, life can be
I'm askin you baby, to get it on with me ...
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