AMAPOLAS EN JULIO.
Pequeñas amapolas, llamitas infernales,
¿es que daño no hacéis?
Se apagan y reviven. No puedo tocarlas.
En su fuego pongo las manos. Nada se incendia.
Contemplarlas me consume
Llameando así, su rojo ajado y brillante como piel
de alguna boca.
¡Una boca recién ensangrentada
pequeñas faldas sangrientas!
Hay efluvios que no puedo asir.
¿Dónde están tus opios, tus asquerosas cápsulas?
¡Si pudiera desangrarme y dormir! —
¡Si pudiera mi boca unir a una herida así!
Oh, vuestros líquidos rezuman en mí, cápsula de vidrio
Apagándose y aquietándose.
Mas, sin color, sin color. Descoloridamente.
Sylvia Plath - Ariel.
Carbonero.
-
Negro de cabeza a la cintura
El jean lleno de carbonilla
Se acerca al semi lleno de bultos
Apilados uno encima del otro
En una sucesión fínita de carbón.
Su ...
Hace 6 años
5 comentarios:
Esta noche, luego de "Después del Casamiento" (Altamente dramatica, aunque sos esos dramas donde hay belleza en eso), me puse a escribir una tontería que esta bajo el titulo de ficciones de este blog. No es ni mi mejor trabajo ni mi peor. Pero tiene una estetica particular.
Y mientras tanto busqué algunos poemas de Sylvia Plath, ya que hace tiempo que tenía ganas de leer alo de ella. Ted Hughes entrará más adelante, como su esposo y albacea de su obra.
Y este poema me llamó tanto la atención, me gustó en su profunda melancolía. En su tan...
Bueno. Ahí está.
Y como esta, tal vez se va. Como se van las cosas.
Y cuando aprete el "PUBLICAR COMENTARIO" me va a llegar, otra vez, mi propio comentario a mi casilla de mail. Sólo para borrarlo al rato. Porque todo se va, todo se borra. Porque siempre se da vuelta la pagina. O por lo menos se intenta.
Pensar en amapolas me remite inmediatamente a uno de mis cuadros favoritos (http://eclipsetotaldelunas.blogspot.com/2008/04/mujeres-en-campo-de-amapolas-de-claude.html).
Y me veo en ese campo, paseando, cono si nada importara.
Plath!! al fin! (plath, plath, plath, plath)
la poeta que vivió comparándose con su marido, a su sombra, pero que brillaba con luz propia.
a mi me gustan ambos. Ted Hughes me parece magnífico en lo suyo, también, y a veces me molesta que lo tachen de "culpable" de la muerte de sylvia al hablar de él como poeta.
que hablen de él como poeta, no como esposo de una poeta suicida. pero en fin, el melodrama parece más atractivo.
el poema está lleno de imágenes hermosas, cargado de una observación de la naturaleza y un paralelismo de esta con la vida, que Plath manejaba muy bien.
hago eco de estos versos que me gustaron mucho:
"(...)No puedo tocarlas.
En su fuego pongo las manos. Nada se incendia."
esa imagen es simplemente conmovedora.
Plath. sin palabras, me maravillo encontrarla aca.
Sylvia Pluaj
:D
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