martes, 30 de noviembre de 2010

CDXXXVI. Hernández.

Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela,
que el hombre que lo desvela
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuelta.

Pido a los santos del cielo
que ayuden mi pensamiento:
les pido en este momento
que voy a cantar mi historia
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento.

José Hernández - El Gaucho Martín Fierro.

domingo, 28 de noviembre de 2010

viernes, 26 de noviembre de 2010

CDXXXV. Trotsky.

Es cierto que el hiperbolismo refleja en cierto modo el furor de nuestro tiempo. Pero eso no justifica su empleo a la ligera en el arte. No se puede gritar más fuerte que la guerra o revolución. Y si se hace, es probable que quede destrozado. El sentido de la medida en el arte es semejante al realismo en la política. El defecto principal de la poesía futurista, incluso de sus mejores obras, es su falta de sentido de la medida; han perdido el que regía en los salones y no han encontrado aún el de la calle. Pero hay que encontrarlo. Si se fuerza la voz en la calle, se enronquece, se estropea, se hunde y el discurso pierde todo su efecto. Cada uno debe hablar con la voz que se ha recibido de la naturaleza, no más fuerte. Pero si se sabe cómo hacerlo, se puede obtener de la propia voz el máximo de sus posiblidades. Maiakovski grita frecuentemente en ocaciones que debería limitarse a hablar; por eso, sus gritos, cuando debería gritar, parecen insuficientes. El patetismo de su poesía queda aniquilado por los gritos y la ronquera.

Leon Trotsky - Introducción (Poemas 1913-1916).

miércoles, 24 de noviembre de 2010

CDXXXIV. Mayakovski.

OIGAN.

Oigan:
si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, ¿verdad?,
es que alguien desea que estén,
es que alguien llama perlas a esas escupinitas.
Resollando
entre tormentas de polvo del mediodía
penetra hasta Dios,
teme haber llegado tarde,
llora,
le besa la mano carniseca,
implora
que pongan sin falta una estrella,
jura
que no soportará ese tormento inestelar.
Y luego
anda preocupado,
aunque aparenta calma.
Dice a alguien:
¿Ahora no estás mal, eh?
¿A que ya no tienen miedo?
Oigan, si encienden
las estrellas
es porque alguien las necesita, ¿verdad?
Es indispensable
que todas las noches
sobre los tejados
arda aunque sea una sola estrella.

(1913)

Vladimir Mayakovski - Poemas 1913-1916

lunes, 22 de noviembre de 2010

IX: Peliculas: Toy Story.

(o:33)
Caradepapa: Hey, mira Ham, soy Picasso.
Ham: No entiendo.
Caradepapa: Cerdo inculto. (...).




Toy Story. Director: John Lasseter.

sábado, 20 de noviembre de 2010

CVI. The Jam.

And I don't care about morals
'Cause the world's insane and we're all to blame anyway

The jam - The butterfly colector

jueves, 18 de noviembre de 2010

CDXXXIII. Bioy Casares

12 de febrero 1984. Muerte de Cortázar. Vlady me previno: "Escribile pronto. Está enfermo. Va a morir". Como siempre, me dejé estar. Yo quería agradecerle la extraordinaria generosidad de referirse a mí, tan elogiosa, tan amistaosamente en su admirable "Diario de un cuento". La carta era difícil. ¿Cómo explicar, sin exageraciones, sin falsear las cosas, la afinidad que siento con él si en política muchas veces hemos estado en posiciones encontradas? Es comunista, soy liberal. Apoyó la guerrila; la aborrezco, aunque las modalidades de la represeión en nuestra país me horrorizaron. Nos hemos visto pocas veces. Me he sentido muy amigo de él. Si estuviéramos en un mundo en que la verdad se comunicara directamente, sin necesidad de las palabras, que exageran o disminuyen, le hubiera dicho que siempre lo sentí cerca y que en lo esencial estábamos de acuerdo. Pero, ¿la política no era esencial para él? Voy a constestar por mí. Aunque sea difiícil distingur el hombre de sus circunstancias, es posible y mucahs veces lo hacemos. Yo sentiía cierta hermandad con Cortázar, como hombre y como escritor. Sentí afecto por la persona. Además estaba seguro de que para él y para mí este oficio de escribir era el mismo y lo principal de nuestras vidas. No porque lo creyéramos sublime; simplemente porque fue siempre nuestro afán.

Adolfo Bioy Casares - Descanso de Caminates (Diarios íntimos).

martes, 16 de noviembre de 2010

CDXXXII. Bradbury.

- Mejor que bien, perfecto -Granger se volvió hacia el reverendo.- ¿Tenemos un libro del Eclesiastés?
- Uno. Un hombre llamado Harris, en Yougstown.
- Montag -Granger tomó firmemente el hombro de Montag.- Camine con cuidado. Cuide su salud. Si algo le ocurre a Harris, usted será el Eclesiastés. ¡Avierta qué importancia ha adquirido usted en este último minuto!
- ¡Pero me he olvidado!
- No, nada se pierde. Tenemos métodos para sacarle lo que sea.
- ¡Pero he tratado ya de recordar!
- No trata. Saldrá a la luz cuando sea necesario. Todos tenemos una memoria fotográfica, pero nos pasamos la vida aprendiendo a olvidar. Simmons, aquí presente, se ha ocupado del asunto durante más de veinte años. Con la ayuda de su método podemos acordarnos de cualquier cosa que hayamos leído una vez. ¿le gustaría, Montag, leer algún dia La República de Platón?
- ¡Por supuesto!
- Yo soy La República de Platón ¿le gustaría leer a Marco Aurelio? El señor Simmons es Marco Aurelio.
- ¿Cómo está usted? -dijo el señor Simmons.
- Hola -dijo Montag.
- Quiero presentarle también a Jonathan Swift, autor de ese maravilloso libro político, ¡Los Viajes de Gulliver! Y este otro señor es Charles Darwin, y este otro es Schopenhauer, y éste es Einstein, y éste que está a mi lado el señor Albert Schwitzer, un filósofo muy amable por cieto. Aquí estamos todos, Montag. Aristófanes y Mahatma Gandhi y Gautama Buda, y Confucio y Thomas Love Peacock y Thomas Jefferson y el señor Abraham Lincoln, si gusta. Somos también Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
Todos rieron calladamente.
- No puede ser -dijo Montag.
- Es -replicó Granger con una sonrisa-. Somos quemadores de libros también. Los leemos y los quemamos, temiendo que los descubran. Los microfilms no sirven. Viajamos contiunamente. Tendríamos que enterrar las películas y volver a buscarlas. Y siempre podrían sorprendernos. Mejor guardar los libros en las viejas cabezotas, donde nadie puede verlos o sospechar su existencia. Somos trozos de fragmentos de historia, y literatura, y derecho internacional, y Byron, Tom Paine, Maquiavelo o Cristo. Es tarde. Y la guerra ha comenzado. Y estamos aquí, y la ciudad está allí, envuelta en su viaje túnica de mil colores. ¿Qué piensa usted, Montag?

Ray Bradbury - Fahrenheit 451.

viernes, 12 de noviembre de 2010

CDXXXI. Clarke.

Tarde o temprano tenía que suceder. El 30 de junio de 1908 Moscú escapó a la destrucción por tres horas y cuatro mil kilómetros, un margen sustancialmente pequeño para las normas del Universo. El 12 de febrero de 1947 otra ciudad rusa se salvó por un margen aún más estrecho, cuando el segundo gran meteorito del Siglo XX estalló a menos de cuatrocientos kilómetros de Vladivostock y provocó una explosión que rivalizaba en potencia con la bomba de uranio recientemente inventada.

Arthur C. Clarke - Cita con Rama.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

CDXXX. Blok.

MADRUGADA EN MOSCÚ

Es delicioso levantarse muy temprano
Y percibir las huellas frescas en la arena.
Es delicioso recordarte así
Saber que estás conmigo.

Yo te amo, primor mío,
Despreocupada juventud mía
Y la transparente ternura del Kremlin,
En esta mañana, es como tu propio encanto.

Aleksandr Aleksándrovich Blok -

lunes, 8 de noviembre de 2010

CDXXIX. Huidobro.

Tragedia.

María Olga es una mujer encantadora. Especialmente la parte que se llama Olga.
Se casó con un mocetón grande y fornido, un poco torpe, lleno de ideas honoríficas, reglamentadas como árboles de paseo.
Pero la parte que ella casó era su parte que se llamaba María. Su parte Olga permanecía soltera y luego tomó un amante que vivía en adoración ante sus ojos.
Ella no podía comprender que su marido se enfureciera y le reprochara infidelidad. María era fiel, perfectamente fiel. ¿Qué tenía él que meterse con Olga? Ella no comprendía que él no comprendiera. María cumplía con su deber, la parte Olga adoraba a su amante.
¿Era ella culpable de tener un nombre doble y de las consecuencias que esto puede traer consigo?
Así, cuando el marido cogió el revólver, ella abrió los ojos enormes, no asustados sino llenos de asombro, por no poder entender un gesto tan absurdo.
Pero sucedió que el marido se equivocó y mató a María, a la parte suya, en vez de matar a la otra. Olga continuó viviendo en brazos de su amante, y creo que aún sigue feliz, muy feliz, sintiendo sólo que es un poco zurda.

Vicente Huidobro - Obras Completas.

sábado, 6 de noviembre de 2010

CV. Ocean Colour Scene.

And I really hope I can have you all my life
A fifty second anniversary
Of the whole of time.

Ocean Colour Scene - Golden Gate Bridge.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CDXXVIII. Perec.

Cinoc, que tenía a la sazón unos cincuenta años, ejercía una profesión curiosa: como decía él mismo, era «matapalabras»: trabajaba en la actualización de los diccionarios Larousse. Pero, mientras otros redactores se dedicaban a la búsqueda de voces y significaciones nuevas, él, para dejarles sitio, debía eliminar todas las palabras y aceptaciones que había caído en desuso.

Georges Perec - La vida instrucciones de uso.

martes, 2 de noviembre de 2010

CDXXVII. Gorki.

- ¿Es que sólo queremos estar hartos? ¡No! -se contestó, mirando con firmeza al trío-. ¡Tenemos que enseñar a los que se nos montan sobre los hombres y nos cierran los ojos, que lo vemos todo, que no somos idiotas ni fieras y que no sólo quereremos comer, sino vivir como corresponde a seres humanos! ¡Tenemos que enseñar a los enemigos que la vida de presidiarios que nos han impuesto, no nos impide medirnos con ellos en inteligencia e incluso aventajarlos!

Máximo Gorki - La Madre.