En el momento decisivo de la batalla se produce un cambio asombroso cuando el soldado toma la ofensiva y cree que está próximo a lograr el objetivo mira alrededor, confuso, sin ver a los compañeros con los que había iniciado la acción, mientras el enemigo, que todo el tiempo le había parecido singular, débil y estúpido, de repente se convierte en plural y, por ello, invencible. En ese momento decisivo de la batalla -claro para aquellos que lo viven; misterioso e inexplicable para los que tratan de adivinarlo y comprenderlo desde afuera- se produce un cambio de percepción: el intéprido e inteligente «nosotros» se transoforma en un tímido y frágil «yo», mientras el desventurado adversario, que se precibía como una única presa de caza, se convierte en un compacto, temible y amenazador «ellos».
Vasili Grossman - Vida y Destino.
2 comentarios:
Me llamo poderosamente la atención esa idea de la batalla, donde el autor ruso en vez de describir la balacera se adentra en estos pensamientos mucho más interesantes.
Me tengo que ir a ver a Will Ferrel haciendo de Bush.
Hasta luego.
Filosofía de guerra.
Interesante, la verdad.
El temor del sentirse minúsculo.
Saludetes, G.
José Roberto Coppola
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