En sus horas de lectura, que se cumplían entre la una y las cinco de la madrugada, pero no todas las noches, había llegado a la desconcertante conclusión de que el silbido no era un tema sobresaliente en la literatura. Pocos autores hacían silbar a sus personajes. Prácticamente ninguno. Los condenaban a un repertorio bastante monótono de elocuciones (decir, conestar, cantar, gritar, balbucear, bisbisar, profesiri, susurrar, exclamar y declamar) pero ninún héroe o herína coronaba jamás un gran momento de sus epopeyas con un real silbido de esos que rajan los vidrios.
Julio Cortázar - Rayuela.
8 comentarios:
CCXVII BIS. Cortázar
«Es increíble lo fuerte que silbo», pensó Oliveira, deslumbrado.
Julio Cortázar - Rayuela.
Fiiiiiiiiiu, dos por uno.
Fiiiiiiiiiu, fue un silbido.
excelente el blog
y hermoso este texto
mis felicitaciones :)
Me gusta lo onomatopéyica que es la palabra bisbisar.
Besos
Nunca aprendí a silbar. Y eso que lo intenté.
Saludos, G.
José Roberto Coppola
Actas del plenario del concejo consultivo:
G.: Cortázar.
L.: Por qué?
G.: Porque la gente con Cortázar deja muchos comentarios. En el de Philip Roth hice un análisis de Pastoral americana, y nadie dijo nada.
(...)
G.: A mí me causa mucha gracia el capítulo en el que ella está colgada.
L.: El 41.
G.: Ese. "yerba, frío y clavos"
L.: Jajaja.
(...)
G.: Jajajajajaja.
L.: ¿Qué pasa?
G.: «Es increíble lo fuerte que silbo», pensó Oliveira, deslumbrado.
L.: Jajajajaja. Buscá cuando dice que nadie silba, es grandioso.
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Y yo, que te termino de abrir la puerta y de despedir, y ya te extraño. De nuevo.
♥
esa capítulo es genial, sí.
y una que no puede silbar...
Felicidades por el blog. Podría pasar horas ganando el tiempo leyéndolo. Un entretenimiento delicioso
Ese libro es genial.
Ese hombre es genial.
Ese fragmento es genial.
Y genial suena tan vulgar para describir todo eso.
Saludos!
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