sábado, 20 de diciembre de 2008

LXXV. Pacheco

Había una vez

Había una vez un cuento de nunca acabar que también empezaba así: Había una vez...

José Emilio Pacheco - La sangre de Meduda y otros cuentos marginales.

9 comentarios:

g. dijo...

Gastón dice:
a ver
Gastón dice:
35 - 57 -79 - 92 - 102 - 107 - 129 - 133 - 147 - 151 - 162
Gastón dice:
ahí están los números
Gastón dice:
con cual se queda usted?
[εclıρsε] negativas en lo absurdo (y cómo me gusta) dice:
162
Gastón dice:
mira vos que cosa
Gastón dice:
el último
Gastón dice:
bien
Gastón dice:
lo verás publicado al rato
[εclıρsε] negativas en lo absurdo (y cómo me gusta) dice:
qué emoción

Y así, sólo de azar fue como quedó seleccionado este microcuento. Puro azar, yo hice la preselección y nuestra amiga Botija ha tenido el placer de seleccionar el microcuentos por todos nosotros.
Producto del azar o del destnino, vaya uno a saber qué.
Qué habrá llevado a Eclipse a elegir ese número, misterios de la vida.
De la vida...
Para la próxima vendrá el Centauro, seguro.

Hoy día raro, por un momento los directivos de una empresa nos hicieron a todos nosotros creer que nos quedabamos en la calle.
Fue raro, porque por un momento el mundo se tiñó de negro y yo me quedé pensando en que el 2008 sí era una mierda. Y todavía ando medio seguro que lo es, pero bueno.
Todavía igual no estamos seguros de qué fue lo que pasó. Pero todavía las cosas andan raras. Laboralmente.
Es raro.
Necesita explicaciones, todavía.
Todavía.
Y yo acá estoy jugando al misterio, pero en algún lado me lo tenía que sacar. Yo me entiendo, muy probablente los que me leen, no.

Floretta dijo...

la vida es un cuento de nunca acabar
el trabajo es un cuento de nunca acabar (no leí muchos de esos cuentos, no trabajo)
todo es de nunca acabar.
y todo empieza con "había una vez"



con respecto a lo de mi blog, la sombra para los ojos se aplica de adentro hacia afuera y el color claro siempre va arriba y el oscuro abajo (eso me enseñó mamá)

saludos

Eclipse dijo...

escrache, escrache. quién sabe qué me llevó a elegir ese número, ni yo lo sé, pero se siente bien interevenir un poco algo, lo que sea. (bobadas on: que conste que faltó la super carita fiestera que le daba toooodo el glam a la conversación. ok, bobadas off)
Yo sé que dije que el título era medio tonto, medio sin gracia... pero me gustó el microcuento, el metalenguaje, la complicidad y cierta ironía con la vida misma.
Quizás, aunque no nos parezca, la vida no tiene tantas cosas distintas y lo que hace a cada mundito personal es nada más la combinación de ciertos elementos, pero todos vivimos más o menos las mismas cosas (solo que reconocer esto nos quita el privilegio de la originalidad) y de esta forma es un cuento de nunca acabar. Quizás evolucione, pero la vida, las épocas, tienden a repetir todo lo mismo adaptado al contexto de turno y lo peor... es que nosotros repetimos los mismos errores.
En fin, ahora habrá que terminar el año con la frente en alto, al menos, como para no admitir que nos ganó la partida.
Un beso grande, flaco.

Terapia de piso dijo...

Para mì nada acaba finalmente. Todo es un ciclo, parte de una misma lìnea. No existe principio ni final.

Josè Roberto Coppola

m. dijo...

El cuento de la buena pipa.

Ipanema dijo...

Volviendo
Adelantos
Citas!

Coffee's for closers dijo...

Creo que sos la primera persona que considera a este año como una mierda, sentite importante.
No me dejás mucho para decir con respecto al comentario en mi blog =P

Javier dijo...

life sucks, so does this year, like the ones before and the ones after... not much to say really... how can one say that life's bright?

Cheers!

g. dijo...

Y... Yo siengo que este año (Con sus ups and downs) terminó siendo una mierda.
No sé cómo será el próximo, pero sí sé esto; empezará igual de mierda como está terminando este. Realmente no creo en los cambios magicos, cambia una cifra y todo cambia. Las bolas... Si eso fuera cierto quisiera que en el próximo minuto ya se empezará a sentir el cambio y que todo sea mejor.
A ver... ¿Sabés qué? No cambió nada de un minuto a otro, así que porqué va a cambiar algo que de un ocho pase a un nueve.
Además... Sí, este año fue una mierda. Divido en dos, pero una mierda al fin. La primera parte, divina, yo estaba enamorado y no me sentía mal por ello... Salvo un fin de semana. La segunda parte lidiando conmigo mismo, sin apoyo externo de ninguna forma.

Me gusta el G. enamorado.
No tanto este.