miércoles, 10 de junio de 2009

CLXV. Di Benedetto.

Si se duda más se hace necesario pensar más.

Antonio Di Benedetto - Zama.

4 comentarios:

g. dijo...

Creo que es hasta correcto poner algo de Antonio Di Benedetto, luego de una cita de Saer. Dos de los grandes autores argentinos del Siglo XX. Di Benedetto por suerte tuvo una fuerte reedición en estos últimos años por parte de la editora Adriana Hidalgo, por lo tanto es sencillo conseguir los libros (El cuentos completos realmente es una recopilación genial).

Sus tres grandes obras son:
Zama.
El Silenciero.
Los Suicidas.

De Los Suicidas se hizo una película hace unos años. No la vi. No creo que sea buena, aunque el texto sí es muy cinematografico (o por lo menos eso me pasó a mí).
La crítica dice que el mejor libro es Zama. A mí el que más me gusta, es El Silenciero. Porque fue el primero que leí y el que me golpeo con su prosa (Además, los párrofos casi terminan generando dibujos... Saer llegó a decir que mirar una hoja escrita de Antonio Di Benedetto era como mirar una pintura). Encontré El Silenciero en la casa de mi abuelo, en una edición de la Editorial Orion (¿?) del ochenta y pico; fue uno de los mejores hallazgos de mi vida.
Un año despuès encontré toda su obra editada. Y la fui leyendo a medida que fue cayendo en mis manos (O Comprándola).

Antonio Di Benedetto fue Mendozino. Además fue preso por la última dictadura militar. Estuvo un año preso, nadie sabe bien porqué ya que era apolítico (pero ideas como la de la cita puede llegar a dar una explicación del porqué; la gente que piensa...bla bla). Quizá no tiene la fama de un Haroldo Conti o un Walsh, pero desde mi punto de vista, es infinitamente superior como literato; que al final, debería ser lo único que importe.

l dijo...

En cuanto al último parrafito de tu comentario, digo:
Filloy también estuvo preso, y también zaffó (incomprensible, con un texto como Vil y Vil, puff) pero zafó.
Y, pa variar, cito:

"¿Cómo reaccionó cuando le secuestraron el libro durante la dictadura?

"Una vez hecho el libro, ya no me interesa. Pertenece a todos. Pero claro, el secuestro me afectó, porque me tuvieron día y noche bajo una inquisición militar que usted no puede imaginarse. Venían tipos con ametralladora a citarme para que fuera a la base de Holmberg o a Las Higueras, donde me sometían a interrogatorios. "¿Cómo ha escrito usted este libro?" "¿Y cómo no lo voy a escribir si soy escritor?" "Mire lo que dice acá." "Lo dice el personaje, coronel, son ideas de él." "Pero usted le presta ideas" "Yo no le presto ideas a mis personajes; son las ideas de ellos." Esto era mentira. Habitualmente el escritor modela la cultura y el carácter de los seres que inventa, aunque es mala táctica; el escritor no debe prestar ideas al personaje. La cuestión es que yo me salvé diciendo eso."

Juan Filloy (reportaje de Mónica Ambort, en Juan Filloy. El escritor escondido, Aguilar, 2000).

En cuanto a la cita, seguimos dando vueltas alrededor de la duda y el pensamiento y esa gran bola de nieve imparable.

En cuanto a lo demás, indecible cantidad de amor.
Indecible.

Dolores Eidán dijo...

Necesitaba escuchar (leer) algo así hoy.

Eclipse dijo...

ahh... lauri hace que desvíe mi atención de la cita y me ponga a pensar en eso de las ideas por parte de los personajes y los autores y lo relacione con mil cosas que teinen que ver con uds dos.

pero volviendo, volviendo a la cita, eso tan breve... no es obvio? o no? no sé... esa pregunta me quedó picando. y claro, al quedarme la pregunta me quedé pensando... y vuelta al círculo...