lunes, 31 de mayo de 2010

CCCXXV. Rousseau.

En el momento de su formación, un Estado, como un batallón, es menos capaz de resistencia y es más susceptible, por consiguiente, de destruir. Se resiste mejor en medio de un desorden absoluto que en el instante de fermentación, en que cada cual se preocupa de su rango y nadie del peligro. Si la guerra, el hambre o la sedición se originan en tiempos de crisis, el Estado queda infaliblemente arruinado.
No es que no existan muchos gobiernos establecidos durante esas épocas tempestuosas, sino que esos mismos gobiernos anaquilan al Estado. Los usurpadores preparan o escogen esos periodos de turbulencia para hacer pasar, al abrigo del terror público, leyes destructoras que el pueblo no adpotaría jamás a sangre fría. Elegir el momento para la institución es uno de los caracteres más precisos que distinguen la obra del legislador de la del tirano.

Jean-Jacques Rousseau - El contrato Social.

2 comentarios:

g. dijo...

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Mi ejemplar de El Contrato Social, creo, que no tiene ni una marquita.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
tiene sólo una gran marquita.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
debería ser sólo una gran cita.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
está medio despegado.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
está a mi derecha.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
es rosa.
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Mi ejemplar de El Contrato Social,
es de la editorial EDAF.
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Mi ejemplar de El Contrato Social, es ejemplar.
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Lola dijo...

No tengo libros de sólo una marquita. El que estoy leyendo ahora me propuse escribirlo poco, lo cual me reduce al subrayado de una sola frase cada cinco o seis páginas. Y sufro como una loca. Tengo el síndrome del resaltador y las fotocopias de Fuba, en la que hay que marcar hasta el año de impresión porque seguramente es pregunta de parcial.